4[EDITADO]

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6 años antes...

-¡Daely, hija baja!-Grita mamá desde la sala, tal parece que hoy tampoco esta de buen humor, "Abuelita dijo que pronto sera como antes no hay de que preocuparse, debo ser fuerte y cuidar de ella."

-¡Ya voy mami!-Respondo mientras bajo las escaleras "uno, dos, tres, cuatro... cinco" salto los últimos cuatro de un brinco y corro donde mi mami esta esperándome con una cara seria y ojos apagados... como siempre.

A su lado un señor con porte elegante de ojos tan obscuros  como la noche, cabello cobrizo, alto... muy, muy alto. de piel  bronceada y amable sonrisa, "A mi parecer es como un príncipe, no, un ángel, ¡espera! no, no...  !ES DIOS!"

- daely, es mi jefe, a venido por unos papeles y no ah invitado a cenar, por favor hija, quiero que seas respetuosa-Me dice mamá-Su nombre es...-

-Soy Adam Gatsby-Sonríe  mientras me da la mano y besa esta, haciéndome sonrojar.

-Mucho gusto señor Adam, yo soy Daely Rice, tengo ocho años, mi color favorito es el azul, me gustan mucho los animales, en especial los gatos, me gusta mucho el helado, mi sabor favorito es el café, ¿Señor Adam, usted es un príncipe?- pregunto a lo que el me responde con una sonrisa, mamá me da una mirada de advertencia y me quedo callada.

- Tu hija es un encanto Aleen, deberías sentirte agradecida por tener una hija tan adorable.-

-Lo estoy, no sabe cuanto.-dice mi madre con un semblante triste, mientras va por su abrigo, probablemente recordando a mi padre. 

La cena transcurrió de manera muy animada.Por primera vez en mucho tiempo mamá sonrió por los chistes y anécdotas que el señor Adam contaba haciéndome sentir muy feliz, el señor Adam nos contó que estaba casado y tenia un hijo de mi edad llamado Kei, propuso ir a su casa para que pudiera conocerlo, a lo que mi mamá acepto. Todo era perfecto, hasta que el día llego, el día que conocería a el hijo del señor Adam. A decir verdad, me emociona mucho, por que por fin tendré un amigo, me siento un poco mal porque mi mami tendrá que trabajar hoy hasta tarde ya que no hay suficientes trabajadores, así que el señor Adam me llevara a casa antes de que oscurezca. Al llegar a su casa quedo completamente sorprendida, nunca había visto una casa tan grande, solo en televisión.

-¿ Te gusta pequeña?- sonríe contagiándome de ella.

-Es hermoso este lugar señor Adam.- sigo admirando todo con mucho detalle.

-¡HO, NO!- dice el señor Adam preocupado.

-¿que sucede?- pregunto al ver su cara llena de preocupación. 

-Mi hijo salio con su madre a  casa de la abuela y pasaran ahí la noche, lo siento pequeña, no podrás jugar con Kei.- dice mientras observa su teléfono. 

-Esta bien señor Adam, no se preocupe- sonrió para demostrarle que no había nada de que preocuparse.

-Bueno, aunque  Kei no este, yo jugare contigo,¿Te parece?-Me observa con una sonrisa en el rostro"El realmente es un ángel" pienso. 

-¡SI!- respondo muy alegre- ¿A que jugaremos?-

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-Ponte la ropa- Acomoda su camisa y sale de la habitación.

Mi cuerpo entero duele... de mis ojos no paran de salir lagrimas, tengo marcas por todo mi abdomen, me duele mucho, duele demasiado."Él, no es un ángel.... es un monstruo. yo.. yo no se que paso." mis lagrimas inundan mis mejillas, la puerta se abre nuevamente, dejando ver aquel demonio.

CARMESÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora