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Las lagrimas aun caían por mis mejillas, los hipidos que de mis labios salían cada vez se hacían mas constantes; Abrazaba con fuerza mis piernas, haciéndome una bolita en el rincón de mi habitación, me odiaba a mi misma por ser tan vulnerable ¿Acaso no lo había superado ya? ¿No lo había sacado de mi vida en el momento en el que decidí borrar mi pasado? Entonces... ¿Por que me sentía así de pequeña? ¿Por que mi cuerpo aun temblaba con cada recuerdo que de el tenía? Solo verlo de nuevo... Hizo que yo misma flaqueara que mis convicciones y fortaleza se fueran al caño, todo por verlo, todo por recordarlo... Su mirada Verde había cambiado, brillaba más, sus hombros eran mas anchos y musculosos incluso su cabellera plateada lucia mejor que nunca, los años parecían haberle favorecido... Se veía feliz, y eso por alguna razón... Dolió en lo más profundo de mi ser... ¿Por que de todos los lugares del mundo el debía estar aquí...? ¿Por qué moría de ganas por ir a buscarlo y abrazarlo con fuerza? ¿Por que permanecía en mi mente aun?

El amanecer llego y con ello un nuevo día de trabajo, sin embargo, todo lo que había logrado antes pasaban a ser superficiales, no tenia ganas de levantarme de la cama, mire mi reflejo en el espejo que se encontraba frente a mi, mis ojos se encontraban rojos e hinchados por las lagrimas que la noche anterior había derramado, Shiro se acerco a mi lado, acariciando su cabecita en mi brazo a la vez que ronroneaba. Tres golpes se escucharon en la puerta y con un vago "pase" la cabellera plateada de Alice y la naranja de Erina aparecieron en mi campo de visión, ambas se sorprendieron al ver mi rostro y no es para menos según mi convicción; Ambas se sentaron en mi cama, Alice acariciando mi cabello y Erina solo mirando me.

-¿Qué fue lo que pasó?

La voz de Alice fue apenas un murmuro contra mi oído, las caricias que proporcionaba en mi cabello hacia que de apoco me relajará un poco más.

-Akira...

Susurre su nombre, sintiendo un nudo en mi garganta y las lagrimas acumularse en mis ojos de nuevo, ambas se miraron y volvieron su mirada hacía a mi de nueva cuenta, sus miradas sorprendidas no me parecían en lo absoluto extrañas, la probabilidad de encontrarle eran de una en un millón y justo en este lugar es en donde lo vine a encontrar.

-El abuelo organizó una reunión hoy, los mejores cocineros han hecho el desayuno para ti y en la noche se celebrara una fiesta... ¿Tienes ganas de ir? tal vez de esa forma te distraigas

Tomando mi rostro entre sus manos Erina seco las lagrimas rebeldes que escaparon de mis ojos.

-Erina, se mas prudente, ______ lo que necesita ahora es un momento de descanso

-¿Qué dices? Es mejor que se distraiga con otras cosas en lugar de quedarse en su habitación pensando en lo que paso todo el día y sintiéndose peor.

-Pero podría relajarse con su música como a ella le gusta, en lugar de estar rodeada de personas que solo le querrán hablar de cocina y del fantástico postre que hizo ayer para la cena.

-Chicas...

-Tu no sabes lo que una chica como ______ requiere en estos momentos, Alice

-Chicas...

-Mas bien tu no la conoces de nada, Erina

-Chicas

-La conozco mejor que tu eso es seguro

-¡CHICAS!

Ambas me voltearon a ver un poco avergonzadas a la vez que soltaba una pequeña risita por su absurda pelea sobre lo que requería hacer ahora, ambas sonrieron de igual manera al verme sonreír, en estos momentos es cuando mas agradezco tenerlas a mi lado, para que me hagan sonreír en tiempos de depresión estúpida, aun recuerdo cuando era pequeña y no podía dormir en mi nueva habitación.

Solo contigo...  (Hayama AkiraX ____Donde viven las historias. Descúbrelo ahora