Teatro del Terror

Estrechame la mano

Esta es la historia de una estudiante normal y corriente. Era una chica alegre, no destacaba entre los demás y sus notas eran regulares.

Un dia salia del instituto y oyó un cierto rumor de dos de sus amigas que decían que por la noche por callejones estrechos del pueblo de donde ella vivía aparecían ciertas personas que te pedían estrecharte la mano. El rumor decía que eran cuatro hombres que te pedían que les estrecharas la mano. Si no aceptabas estrecharles la mano, te cortarían la cabeza con el filo de un cuchillo de carnicero. Si aceptabas, comienza el juego.

El segundo y el tercero harán lo mismo que el primero, sin embargo el cuarto hombre es diferente. Si le estrechabas la mano, éste te cortaría la mano entera y te dejaria en el suelo desangrándote hasta la muerte.

Ella no creía en esos rumores, pero de alguna manera, sintió que ese rumor era real.

Al atardecer, su hermana le dijo que se olvidó un cuaderno en el instituto y como ella no podía ir sola, la acompañó.

Al poder conseguir al final el cuaderno, estaban en un callejón oscuro.

En ese mismo momento, ella recordó el rumor que escuchó en el instituto y al fondo vió la silueta de una persona.

Al acercarse vio que esa persona estaba asintiendo con la cabeza mirando hacia abajo y levantando la mano para estrechar la mano.

Ella al recordar el rumor, no tuvo otro remedio que comenzar el juego.

Al estrecharle la mano, el hombre levantó la cabeza y se le marcaba una sonrisa escalofriante que le puso los pelos de punta a la hermana.

Al sentir ese miedo, salió corriendo para intentar ir a la estación policial. Al llegar a la estación policial, se encontró con un hombre idéntico al del rumor. Le estrechó la mano y siguió su camino hacia su casa.

Por el camino, se encontró al tercer hombre, le estrechó la mano.

Con el miedo que tenía, su hermanita se empezó a preocupar por su hermana y se dirigió corriendo a pedir ayuda mientras dejaba atrás a su hermana.

Al estar sola, se preocupó dónde podría haberse ido y cuando creyó haber visto su silueta, vio al cuarto hombre, pero ésta vez era diferente, el hombre sonrió antes de estrecharle la mano.