Always in my heart [STEREK] #PGP2018

E L L A

Stiles

Respire tranquilamente viendo a Isaac y Erika salir de mi consultorio y enfoque mi vista en un punto muerto del cuarto.

–Me pondré celoso de ti hermano. –Sonreí escuchando aquel reclamo.

–No tengo la culpa que la peque me prefiera. –Conteste sintiendo a Nazly removerse en mis brazos baje la vista sintiendo sus manos en mis mejillas apretándolas.

–¿Poque tenes ceño funcido? –La observe suavizando mis facciones el encuentro entre ellos y Laura me había dejado un poco tenso.

–Por nada cielo dime ¿a qué vino la princesa hoy? –Pregunte viendo a Lydia negar.

–Vamos a festejar mi cumpleaños ¿Papi lo olvidaste? –Mordí mi labio sabiendo porque había venido la pequeña desde que ella había nacido hace cuatro años exactos se había convertido en tradición salir a festejar su cumpleaños todos juntos y no pensaba cambiarlo.

–¡Claro que no lo olvide! –Conteste sonriendo al ver sus pequeños ojos iluminados.

–Tía Lydia ¿Iras con nosotros? –La pequeña pelirroja sonrió asintiendo a la peque.

–Cariño vamos a traer las cosas de tu papi y mías. –Bajándose de mi regazo la pequeña siguió a su madre Allison contándole un sinfín de cosas.

–¿Sabes que la entrada de mi pequeña pudo mal interpretarse? –Asentí viendo la puerta por donde habían salido mi mejor amiga y su hija. Entendía a qué se refería cuando dijo aquello Scott era cierto la entrada de Nazly en la presencia de Erika y Isaac podía mal interpretarse sabiendo por la forma en que me había llamado que fuera mi hija y la forma en que Lydia y yo nos tratáramos era obvio que habían mal entendido las cosas.

–Ellos no importan nosotros sabemos la verdad sobre Nazly y bueno no tiene nada de malo que la niña me diga papa después de todo lo soy ¿No? Además, nunca te la quitaría Scott ambos decidimos sobre Nazly cuando llego a nuestras vidas. –Aclare sabiendo cual era el temor de mi hermano lo entendía, pero aun así no debía de preocuparse.

–Ya dejen las tristezas la peque vendrá y se asustara al verlos así mejor díganme ¿Libraron sus agendas por hoy? –Pregunto Lydia suspirando todos habíamos quedado que no se diría nada sobre Nazly hasta que ella tuviera la edad necesaria para saberlo además ninguno había puesto objeción cuando ella decidió llamarme papa al igual que Scott. La sangre llama y tal vez ella lo sintió.

–Yo si la peque se pone como fiera cuando no estamos todos completos en su celebración. –Confirmo Scott sonriendo ante el cumpleaños pasado Lydia no había podido asistir se había ido de viaje a Europa y no había alcanzado a llegar al cumpleaños de Nazly la misma no nos había hablado durante su fiesta y cuando Lydia llego dos días después tampoco le había hablado hasta que planeamos un día sorpresa reemplazando su cumpleaños ese día y fue así como la y nos perdonó.

–Yo también. –Conteste a sabiendas de que tal vez podrá llegarme un paciente más me levante sacándome la bata al igual que Scott y Lydia y colocándola en el perchero que estaba en mi consultorio tome las llaves de mi camioneta saliendo de este mismo al ver a Allison y Nazly caminar hasta nosotros.

–¡Estamos listas! –Sonreí viendo a la niña correr a los brazos de su padre. Scott era sin duda el mejor padre que había y junto a Allison había formado una gran familia. Sonreí ante el recuerdo de la llegada de Nazly había iluminado nuestros caminos y el mío le había dado esa luz que había perdido hace varios años.

***

<<–Hola cariño. –Pegando más a mi pecho sentí una lagrima bajar al tener a ese pequeño angelito en mis brazos.

–¿Cómo se va a llamar? –Sentí a Lydia colocarse a mi lado viendo a la pequeña.

–Stiles, quiero que seas tú el que escoja el nombre de nuestra hija. –Alce la vista hasta mis mejores amigos sonriendo a pesar de las lágrimas.

–Bienvenida a la familia Nazly. –Susurre dándole un beso en la mejilla.

–¿Nazly? ¿Qué significa? –Pregunto Allison cansada.

–Significa pequeña y delicada criatura porque eso es ella para nosotros esa pequeña lucecita que vino a encender nuestros corazones. –Conteste entregándole la niña a Scott que la miro embobado.

–Tenemos a un nuevo papa baboso. –Canturreo Lydia riéndonos de Scott.

–Y dos tíos iguales. –Lydia miro enojada a Allison.

–Gracias Stiles. –Asentí a la mirada de agradecimiento de Scott y Allison. >>

***

–¿Estas bien? –Apretando la mano de Lydia camine con la familia siguiéndonos llegamos a la camioneta familiar que había decido comprar esperamos viendo como Nazly hacia corre a Scott y Allison por un algodón de azúcar.

–Si recordaba cuando Nazly llego a nuestras vidas. –Confesé sintiéndome triste ante el recuerdo de ella.

–No te atormentes mas no fue tu culpa que ella...–Coloque un dedo sobre los labios de mi amiga acercándome a ella más de lo debido.

–No hables de ello. –Coloque una mano en su cintura acercándonos más tal vez estaba dándole falsas esperanzas a ella eso no era lo correcto no podía amarla como ella se lo merecía y sabía que en el pasado ella tuvo sentimientos hacia mí.

–Aun así, no fue tu culpa Stiles. –Contesto viéndome a los ojos directamente.

–Pero pude evitarlo Lydia vi las señales por meses y a pesar de verlas me hice el estúpido acepté las migajas de amor que tenía ocultando una verdad que estaba frente a nuestras narices. Yo mismo los vi cerca y si me hubiera alejado a tiempo nada de lo que sucedió después hubiera pasado. –Confesé apretando a Lydia en un abrazo.

–No, tal vez eso era el destino. Dicen que por algo pasan las cosas y tal vez en ese entonces no veías la luz pues la oscuridad opacaba tu felicidad tal vez eso que paso es una prueba más y que ahora te esperan cosas mejores. –Aquello era una vil mentira ideada por todas personas que creían en aquello nunca se podía tener algo mejor después de las lágrimas y llantos aquello era estúpido.

–No lo creo. –Conteste separándome un poco para verla al rostro.

–Yo si tal vez afuera hay una persona esperando por ti... –Observe su rostro cubierto por el leve maquillaje que tenía sabiendo el significado de sus palabras en el pasado había descubierto sus sentimientos hacia mi ahora no lo sabía había construido una coraza muy fuerte que no permitía a nadie saber lo que sentía o pensaba. –Lo siento. –Se disculpo alejándose de mí.

–¿Lydia? –Todavía con nuestras manos unidas giramos a ver a la persona que llamaba a mi mejor amiga sintiendo como las manos delicadas de Lydia se alejaba rápidamente de mí.

–Jackson...–Susurro viendo de mi al recién llegado.