Capítulo 1: (T/n).

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En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme (Ok no, en CDMX) vivía (T/n), una chica que no es como todas las demás; le encanta la nutella, ir a starbacs a beber cualquier cosa cara y actualizar su instagram. Pero lo que más la distingue de todas las otras chicas es su gusto fanático por el show de TV titulado "En familia con chabelo" qué, cómo había terminado el año pasado, la había hecho caer en una terrible depresión. No cenó en Navidad, y año nuevo, ni subió fotos a la web de todo el helado que comió para llenar el vacío que el show le había dejado. Pero un día, su madre le dio una estupenda noticia.

—¡Ya levántate huevona, ya es tarde! —Su madre  golpeó la puerta de su cuarto, que tenía una fotografía de Justin Bieber pegada.
—¡Ya voy mamá! ¡Me estoy cambiando!

La verdad es que no se estaba cambiando, seguía acostada en la cama y su cabello parecía el de una muñeca guardada en una caja de juguetes de cartón. Se levantó como pudo y se dirigió al comedor. Su padre ni le prestó atención, estaba sentado leyendo el periódico matutino con el desayuno en la mesa, y su madre, que traía una bata y la cabeza llena de tubos se encontraba sentada revisando la correspondencia. A (T/n) no le importó, ya sabía que no eran más que recibos del agua, luz, y esas cosas que ella no pagaba. Cuando se disponía a servirse el desayuno, su madre se dirigío hacia ella.

—Ya deberías conseguir empleo, por cierto, te ha llegado esto esta mañana.
—Cariño, me voy a trabajar, hoy llegaré más tarde, quedé de verme con... Unos amigos para ver el futbol. —Interrumpió su padre, que se levantó de la mesa y ni siquiera dio beso de despedida.

(T/n), que prefería no meterse entre ellos dos, recogió el sobre que le llegó, lo examinó y por detrás ponía "Televisa" y las iniciales "X.L.R.". ¿Qué querían esos tipos de ella? Se preguntaba, siempre había creído que "Televisa te idiotiza" asi que solo le daba mala espina. Abrió el sobre, sacó una hoja que venía dentro y la leyó:

"Querido Cuate:

Mañana en la mañanita de domingo hemos decidido volver con toda la diversión familiar de "En familia con chabelo", ahora con muchos más premios, catafixias y sin publicidad de muebles troncoso. Hemos seleccionado a algunos de nuestros mejores fans para que participen en la primera emisión, y eres uno de ellos.
Asi que ya sabes cuate, traete ropa chida y ven a vernos a las 6 am.
¡Te esperamos!

Chabelo.

No lo pudo creer, su show favorito había regresado para quedarse otros cuarenta y ocho años, y había sido invitada a la primera transmisión. No podía sentirse más feliz, ni siquiera esas cucharadas de nutella que se llevaba a la boca, ni la atención que recibía en Tumblr podía rebasar lo que estaba sintiendo ahora. No pudo con la emoción, cayó al suelo con la carta entre sus manos y sosteniendola fuertemente en su pecho.

—¡(Tn)! ¡(T/n)! —Exclamó la madre abofeteando su rostro en un intentó por despertarla.

Cuando despertó ya era de noche, estaba recostada en el sofá con una manta cubriendola y un paño humedo en la frente. Su madre que estaba sentada en la mesa de la sala, solo la observaba fijamente.

—¿Qué pasó? ¿Dónde está mi carta?
—Leí esa cosa hija, y, he decidido que no irás.
—¿¡Por qué!? ¡Sabes que es mi sueño! ¡No puedes hacerme esto!
—¡He dicho que no! ¡Es hora de que madures y hagas algo productivo con tu vida!
—¡Te odio madre, Te odio!

Se levantó bruscamente y fue a su habitación, azotando la puerta y poniendo el seguro. Se dejó caer en la puerta y se deslizó hasta el suelo. Pudo ver la fotografía de chabelo que tenía en el buro a un lado de su cama, junto con las fotos de 1D que tanto le ayudaban a no sentir miedo en las noches. Tomó una decisión; sacó sus blusas de nirvana y las metió en su mochila de Hannah Montana. Su madre no le iba a impedir, a no, claro que no; conocer a la persona más importante de su vida. Salió de su habitación y se dirigió a la puerta de la entrada.

—¡Espera! ¿A dónde vas?
—Me largo madre, ¡Me largo!
—¡No irás con ese estúpido viejo panzón! ¡Ya te lo dije!
—¡Ya no soy una niña! —Abrió la puerta, salió y la azotó de golpe.

No podía creer lo que había hecho, había dejado todo lo que tenía para poder conocer a su amor platónico, pero algo le decía que algo muy fabuloso estaba por venir. Continuo caminando por la oscura calle para tomar un taxi y dirigirse a un hotel que se encontraba enfrente de dónde se transmitía En familia con Chabelo.

Una vez en el hotel solo pensaba sobre todo lo sucedido, podía ver por la ventana directamente el edificio que tenía grandes carteles iluminados sobre el show. Se preguntaba como sería el día de mañana, ¿Y si a Chabelo no le agradaba? ¿Y si se burlaba de ella? ¿Y si sus signos zodiacales no eran compatibles? Sus nervios crecían, y trataba de dormir para poder levantarse temprano, cosa para la que era terrible. Su cabeza daba mil vueltas, pero logró conciliar el sueño.

Chabelo, fue lo último en lo que pensó.

Catafixia mi corazón: Chabelo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora