Capítulo 6: Nueva York.

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—Esta ciudad es hermosa, no lo puedo creer.
—No es nada comparado al lugar al que te voy a llevar. —Dijo Chabelo, guiñiendole el ojo— Pero primero hay que hacer algunas cuantas cosas antes de que caiga la noche.

No había pasado mucho desde que llegaron; apenas era la 1:00 pm y (T/n) y Chabelo ya habían desayunado en un restaurante en el aeropuerto de Nueva York. Esta fue impresionante para (T/n), los enormes rascacielos que la hacían sentir una hormiga y la estatua de aquella señora fea sosteniendo una antorcha fueron en lo que mas prestó atención. Ahora se daba cuenta del porqué la llamaban la jungla de asfalto.

En el centro comercial Chabelo le compró todas esas sudaderas y pantalones de marcas comerciales que a ella le encantaban y la ayudaban a ser muy diferente y original.

Luego pasaron por una libreria y se llevaron todas esas novelas juveniles best seller que sin duda merecían un premio nobel por su gran riqueza literal y artística.

Más adelante en un almacen compraron una caja llena de tarros de nutella y unos dulces japoneses llamados pokisu. Como era octubre la gran mayoria de centros comerciales y plazas tenían decoración bastante excéntrica de halloween.

Mientras pasaban por una tienda de ropa femenina pudieron ver en un maniqui pegado a la ventana una lenceria con tematica de bruja.

—Hoy será una noche especial cuatita, traigo algo que nos va a hacer derretirnos. —Mordió su labio inferior.
—C-Claro.

Luego de unas horas de diversión y paseo, shopping y al algodón de azúcar; subieron de nuevo al auto directo a dónde Chabelo pretendía llevarla.

—Oye cuata, podemos dejar la cena para mañana, hoy nos divertiremos en algo diferente...
—Por supuesto, mientras este contigo, da igual lo que hagamos.

En la noche llegaron a un edificio alto que pudo haber pasado desapercibido ante los demás, pero tenía varios agentes de seguridad privada en la puerta. Aún en el auto, se detuvieron a observar desde el otro lado de la calle.

—Alli es cuata, pero entraremos por otra parte.
—¿Como? ¿Este edificio no es tuyo?

El no respondió, bajó de el auto y ella hizo lo mismo para cruzar la calle y meterse en un callejón oscuro al lado del edificio.

—¿Qué planeas hacer?
—Sujetate fuerte de mí.

Y así lo hizo, lo abrazó de la cintura y él sacó una especie de pistola con un gancho en la punta. Disparó la rara arma y de un cable grueso fueron arrastrados cuál grúa hasta una ventana del tamaño de una pared.

Habiendose metido allí, la recámara estaba oscura y había un intenso olor a naranjas. Sin prender la luz, Chabelo le pasó a (T/n) la bolsa que contenía la lenceria.

—Ponte esto amor, te esperaré en la cama.

Se dirigió hacia el baño y se puso el sexi traje, que le apretaba un poco en la cintura por toda la nutella que comía pero nada que incomodara. Regresó y se sentó en la cama para besar a Chabelo, pero se sintió muy diferente. Encendieron la luz y había besado justo a un hombre mayor de pelo rubio y gordo de un tono de piel anaranjado que aún dormía.

—W-What?? What is this? Who are you? —Dijo al despertarse, Chabelo estaba detrás de él intentando no hacer ruido. Entonces el hombre volteó, Chabelo llevaba puesto un collar con picos y una tanga roja con la cabeza de un elefante en la parte delantera.

—Oh no, i remember you, you stupid mexican, you were the one who stole my magic oranges! —Saltó de la cama, salvo que él llevaba puesta una tanga azul claro, y en lugar de un elefante tenía un delfín.

—Oh noooo —Dijo Chabelo, con una voz más chillona de lo normal— (T/n), ¡Es el Trump!
—Hey, who is this stupid illegal latina? I'm going to deport you with my bare hands!

El rubio naranja se abalanzó contra ella, pero Chabelo lo tomó de un pie y girandolo varias veces sobre el mismo lo lanzó por la ventana, ésta se rompió y él cayó cómo cuál muñeca de felpa arrojada desde una azotea.

—Nooooooouu! —Gritó al caer.
—Uf, eso estuvo cerca... —Dijo chabelo, suspirando y limpiando el sudor de su frente— ¿En qué estábamos?

Pero de una gran salto Trump reapareció como si fuera un gorila enojado.

—I will make america great again! —Dijo enojado para rugir muy fuerte como godzilla.

Catafixia mi corazón: Chabelo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora