1. Contando bajas...

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—¿Por qué actúas así? No es muy heroico... ¿sabes?

—La Sicaria...— dijo en español— ¿La Sicaria me dice que actúe como un héroe? ¡Por favor Natasha!- entrecerró los ojos, visiblemente fastidiado y tiró la cabeza hacia atrás. El hermano de Demian yacía en el suelo noqueado, con visibles quemaduras de tercer grado en varias partes del cuerpo, y el rostro demacrado por el fuego de Saya. -¿Y él es un héroe?- lo señaló-¡Intentó controlar a tu hermano! ¡Controló a su propio hermano para intentar matarnos también! ¿Crees que Ryan le perdonaría la vida? ¿¡Después de que lo obligó a hacerte daño?!

La pelirroja suspiró llena de negación, puso una mano en su hombro. Era la primera vez que Saya estaba decidido a matar a alguien. Talos había matado a Jeremiah, cosa de esperarse: el dañado mató a muchos, tarde o temprano acabaría llevándose la vida de alguien importante de Sang Distincti.

Lo peor de todo: con su gran poder psíquico se mostró capaz de incluso hacerle daño al profesor Beacon y a su hija Diana, las personas más temibles de la agrupación.

—Si no lo matan ustedes, lo mato yo—escupió Xavier, que los miraba desde atrás—Diana es la única persona que me ha hecho escapar de un enfrentamiento y él la mandó al hospital sin esforzarse, es demasiado peligroso que siga con vida—sentenció.

—Lo sé—admitió Natasha—Pero podría ser útil si logramos controlarlo.

—Me puedes chupar la verga con eso de que sería útil. ¿Desde cuándo eliges el riesgo por encima de la seguridad? ¡A la mierda! Un gigante menos—Saya sacó su hoja más grande y le partió la cabeza en dos a Talos, ésta se abrió rápido y con violencia, dejando ver un cerebro denso y sangre grisácea.

—Cortale los tobillos y sácale el corazón, no sabemos si puede volver como Demian—sugirió ella, sintiendo una derrota política, ya cansada, se sujetó el puente de la nariz con dos dedos y se puso sus lentes para empezar a trabajar, cuando algo se rompió dentro de su mente. Gritando furiosa que eran un par de vírgenes, sacó su pistola y le disparó a Talos en cada punto nervioso importante, para luego reventar el pecho y los restos de la cabeza del muerto con plomo—¡QUEMALE Y ASEGÚRATE QUE NO VUELVA!—se alejó murmurando insultos en alemán.

—No entiendo cómo todavía no la dejas, Ognemet...

—Me parecen encantadores sus arranques. Ya sé que está loca...—sopesó inclinando la cabeza y levantando las cejas—pero no más que cualquiera de nosotros.

Media hora después tenían el cuerpo de Talos en un tubo gigante para preservar el material genético. El laboratorio de Richard había sido actualizado y ahora tenía acceso a los túneles de Beacon.

—Me alegro que no lo hayas hecho cenizas, Saya, sería muy útil descubrir porqué tenía semejante poder psíquico—confesó el esquelético científico.

—¿Seguro que no va a volver estando todas las partes en el mismo tarro?—Saya apoyó la mano en una de las mesas y la rascó con las uñas, mostrando su ansiedad.

—Físicamente es imposible, esa solución impide los enlaces químicos de cualquier tipo, salvo que sea por alguna fuerza metafísica como es tu caso o el de Ryan, Talos no puede volver—Richard suspiró deseando que Saya no hiciera más preguntas, ya que aún negaba tal cosa—¡Cambiando de tema...!—juntó las cejas levantando el labio superior—¿Cómo está Diana?

—Sabes bien que está médicamente muerta, no me gusta hablar de su estado.

—Lo sé, pero sabes que ella sí puede volver, de hecho, puede hacerlo cuando quiera.

—Lo sé, pero no quiero hablar de eso, me jode tanto como lo de Jess—expresó el castaño que, dándose cuenta de algo, abrió los ojos y levantó las cejas—¡TAMPOCO QUIERO HABLAR DE ELLA, RICHARD!

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⏰ Última actualización: Aug 05 ⏰

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Alma y Sangre II: MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora