*Yuu
Salí corriendo de la habitación para dirigirme a la cocina...
¿Qué acababa de hacer? Y, lo más importante...¿Por qué?
No sé la respuesta, pero de todas formas, me ha gustado.
Ya en la cocina comencé a calentar el agua para los fideos instantáneos y justo antes de darme la vuelta sentí unos brazos alrededor de mi cintura y noté como él apoyaba su frente contra mi nuca.-¿Estás enfadado?- dijo contra mi cuello.
Puse mis manos sobre las suyas, las tomé y tiré de él hacia mí, uniendo así nuestros cuerpos por completo.
-¿Por qué lo estaría?, no seas idiota. Vamos a almorzar.
Solté sus manos y cuando estaba por retirar el agua para añadirla a los fideos, Mika me dio un rápido beso en los labios, me quedé mirándolo sorprendido.
-¿Qué?- dijo con cara inocente- Es divertido...¿no?- sonrió ampliamente y se fue al salón.
-¡Eh idiota lleva tu propio bol de fideos!
Tan rápido como lo dije apareció y se lo llevó.
Acababa de recordar algo importante,¿qué haría Mika escondido en el ropero?
Acaso mamá...
Dejé rápidamente todo y fui donde él estaba, tomé uno de sus brazos y comencé a mirar cualquier señal de heridas, espero que no se haya atrevido a hacer ni un rasguño en su suave piel, podría perdonar que me lo hiciese a mí pero a él...nunca se lo perdonaría.-¿Yuu-chan, que pasa?
-Mi madre- dije con voz temblorosa- mi madre, ella, ¿te ha hecho algo?
-No, me escondí, no pasa nada, estoy bien- se levantó y me abrazó- ya está Yuu-chan, no pasa nada...
Suspiré de alivio, Mika estaba bien, las lágrimas contenidas no tardaron en salir, tenía mucho miedo de que le hubiese hecho daño a él, a Mika...
-Mika- dije sorbiendo lo nariz, abracé aún más fuerte a Mika, él está bien, Mika no tendría cicatrices como las mías.
-Yuu-chan cuidado, eres más fuerte de lo que pareces- dijo sonriendo.
Hice el abrazo más suave y sonreí.
Apenas me daba cuenta de la delgada figura de Mika, estaba realmente delgado...Después de un día lleno de risas por parte de los dos llegó la hora de dormir y, nuevamente, volvimos a acostarnos en mi cama, cara a cara, mirándonos a los ojos sin decir palabra.
Era como si una extraña pero fuerte conexión nos uniese.
Un desordenado mechón de pelo se encontraba sobre la cara de Mika, quitándome visibilidad de su dulce y pequeño rostro, mi mano se movió sola apartándolo así de su frente y pasándolo por detrás de su oreja.
Mika de sonrojó, su piel era tan blanca, casi traslúcida por lo que podía notarse rápidamente el rubor de sus mejillas.
La verdad también me avergonzó ese gesto que hice pero fue un acto reflejo, me sentía patético.
Me di la vuelta y comencé a quedarme dormido, si no me hubiese girado no podría haber dormido, realmente me sentía avergonzado.-¿Quién eres? ¡Suéltame! ¡No!
Los gritos de alguien me despertaron.
Abrí los ojos rápidamente y vi como algo o alguien el cual se encontraba de espaldas se llevaba a Mika, justo cuando estaba por gritar e ir a por él Mika hizo un gesto posando el dedo índice en sus labios parecía que quería decirme "cállate" ¿acaso pensaba que dejaría que se lo llevasen sin más?-¡Mi...- alguien me atrapó por detrás poniendo una de sus manos sobre mis labios.
Comencé a moverme para intentar liberarme pero lágrimas empezaron a caer de mis ojos, se lo estaban llevando, se estaban llevando a Mika ¡no!
Le mordí la mano y comencé a correr pero de nuevo me atraparon aunque esa persona no parecía tener fuerza alguna.
Pero justo cuando estaba por salir de casa vi algo espeluznante.
Bajo la brillante luz de sol se encontraba algo enorme, horrible y espantoso.
Quedé paralizado. Bajo los brillantes rayos de sol se podía ver un enorme monstruo de espaldas, con piel mucosa oscura y lo que parecía pelo pegajoso en otras partes, tenía lo que parecían seis patas, dos de ellas parecían garfios en los extremos y una cola repleta de pinchos... No podía verle de frente así que no sabía cómo sería su rostro.
La misma persona que me tenía atrapada comenzó a tirar de mí, ya que, presa del pánico me quedé estático sin saber que hacer.
Claro que quería ir a por Mika, claro que moriría por haberlo hecho, claro que en ese momento no sabía que no volvería a ver a Mika en años...
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Feed Me Up!
FanfictionUna familia feliz, un hogar cálido al que llegar, un "bienvenido" al llegar a casa, eso es lo único que Yuu de 12 años desearía tener, pero la realidad es otra totalmente diferente... Un padre que le abandonó al nacer, una madre drogadicta que no se...