Una vez más ||Niall Horan||

Capítulo 28《Cumpliendo la deuda》.

ATENCIÓN, ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS FUERA DE TONO. ESTA EN TUS MANOS LEERLO O NO.
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—¿Qué quieres, Niall? —le grite fuerte, para que me escuchara. Aunque no quería que supiera que estuve llorando. Lavé mi rostro, y lo seque con mi propia camiseta, no había toalla donde secarse. La puerta se abre de repente, el no la había tocado, solamente la abrió y ya.

—¿Te encuentras bien? —me pregunta. Asentí y salí caminando hasta afuera del negocio. Ya era de noche, y moría de hambre. Sentí los pasos de Niall detrás mío. ¿Como supe que era él? Fácil. Hace ya varias calles que viene llamándome.

Hasta que por fin me digne a contestarle.

—¿Quieres dejarme sola un rato? Iré al hotel a comer algo. Luego nos vemos —le digo.

Entré al bar que traía en el hotel. Desde aquí se veía como Niall tomaba el ascensor, supongo para ir al cuarto. Pedí un hot-dog y una coca-cola pequeña. No tenía mucha hambre. Pagué todo lo que consumí, y caminé saliendo de ahí para caminar hasta el ascensor. Saqué una goma de mascar de mi bolsillo, y empecé a comerla. Como las amo. Las puertas del ascensor se abren, dejándome ver a dos chicos dentro de éste. Se ven que estaban de recién casados, o algo por el estilo.

—Te dije que me engañarías, por eso no debí casarme contigo —sentí que le hablo la chica a su, creo, esposo.

—Pero Rachel, mi amor, no te engañe, fue una abrazo solamente —dice el chico, arrepentido.

—¿Quieres callarte, Michael? No tienes nada que decir en tu defensa —dice ella.

Así que... Rachel y Michael tenían problemas.

—Em, disculpen, no es que sea molesta o metida en los asuntos que no me incomben, pero soy psicóloga y creo que puedo ayudarlos. —les digo.

Quizás tengamos un caso de cinco minutos.

—A ver, dejemos le la palabra a Rachel, ¿Si Michael? —el asiente y ella empieza a hablar.

Una vez que terminó su versión de la historia, comenzó Michael. Ella comenzó a llorar, y el también.

—¡Yo solo quiero que las cosas sean como era cuando eramos adolescentes —dice ella. Le dió un abrazo a Michael.

—Yo también mi amor. Te juro que no me volveré a acercar a Marie, te lo juro —dice. Sonreí, esto era muy tierno. Entonces la nostalgia vuelve a mí.

Recuerdo cuando los abrazados eramos yo y Niall.

—Te amo —le dice Rachel a Michael.

—Yo más —le dice ahora él a Rachel. Se dan un corto beso, y se separan para mirarme.

—Muchas gracias, te debemos una —dicen.

—No hay porqué —las puertas se abren. — Aquí bajo yo, nos vemos algún día.

—Claro —dicen. Las puertas se cerraron y se ve que bajaron de piso. Golpeé la puerta del cuarto, Niall ya estaba ahí. La puerta se abrió sola, o supongo que Niall la había abierto. Entré, eso fue raro. Al cerrarla, sentí que alguien me encerraba contra la puerta.

—Niall, que idiota eres. ¡Casi muero de un susto! —le grite, no tan fuerte, pero fue un grito.

—Lo siento, Linda —dice.

Sigue caminando hacía mí, pegándome más a él.

—Oye, ¿puedes tomar un poco de distancia, por favor? Me estoy sintiendo incómoda. —digo suspirando. Mis piernas volvieron a temblar.