Capítulo 06.《Hablar contigo》.

7.4K 323 18
                                    

—Eri —grito emocionada cuando la veo. Estaba en mi casa. Había salido temprano del trabajo, y ahora estaba con Matt en casa.

—Amiga —grita y me abraza. Le devuelvo el abrazo, y luego saludo a su Esposo. Zayn.

—Hola hermano —le digo abrazándolo. El sonríe, y me lo devuelve.— Pasen, entren. Matt tío, tía, y Emy están aquí.

—Sii —grita y sale de su habitación corriendo. Abraza a Eri, y Zayn, y lleva a Emy a jugar a su cuarto.

—____, tengo que decirte algo —dice Zayn, luego de recibir una patada en el trasero de Eri. Reí un poco, ella puede dominar a cualquiera.

—¿Que sucede? —le pregunto.

—Hoy... Hoy... fui a la farmacia, y compré desodorante. ¿no te alegra? —pregunta y exclama levantando los brazos. Levanto una ceja, ¿se encuentra bien?

—Zayn, la noticia real, por favor —le pide Eri.

—Pero... —intenta quejarse.

—Pero nada. Ahora Zayn Javadd Malik, o dormirás con Pulgitas —dice ella. Reí, Pulgitas era su perro desde hace unos meses. No sé porque tiene ese nombre, el perro está libre de pulgas.

—Está bien —hace puchero, y me mira—. ____, le di tu dirección a Niall.

—¿Que? —exclaé enojada.

—Y... Quiere hablar contigo.

—¿Qué? —pregunto.

—Y también... vendrá a las ocho en punto —dice él, mirando el reloj. Faltaban diez minutos.

—¿Que tu hiciste que, que el quiere que y que viene qué? —pregunto todo rápido.

—Ayn, niña sorda. Le di tu dirección a Niall, y quiere hablar con..

—Ya escuche eso, pedazo de idiota —le grito. Recibo una mirada fulminante de su parte, y luego, suspira.

—Lo siento. Se me escapó, y el se aprovecho de eso. —me dijo.

—Está bien. Pero si viene para aquí, quiero que se lleven a Matt con ustedes. No quiero que vea a Niall y yo discutiendo.

—¿Pelearan? —pregunta Zayn.

—Posiblemente. Ahora llévenselo —les digo, observando que faltan cinco minutos para las ocho. Los chicos se van, pero Matt me da un abrazo. Miro a Eri—. Te llamaré cuando él se vaya. E iré a buscarlo, 'si?

—Sí. Cuídate, te quiero —me dice. Sale de mi casa, y avanza hasta su auto.

—Yo más. —Le grito, y cierro la puerta. Faltaban menos de tres minutos. Esta es la parte fea.

¿Que me dirá? ¿Me golpeara? ¿Vendra con un abogado y me hará un juicio por Matt? No lo creo. ¿Y si lo hace? Mis manos se empiezan a mojar, de sudor. El calor en mi cuerpo, comienza a subir, por lo que decido beber agua fresca. Quizás me relaje. El timbre suena. Por dios, que nervios.

<<Okey, ___, respira y relaja. Respira y relaja>> pienso en mi mente. Me encamino hacía la puerta. En el camino, tomo aire, lo conservo unos segundos, y lo suelto. Así repetida veces hasta que ya me calmé. Abro la puerta, y ahí estaba... el cartero.

—Hola ___ —besa mi mejilla.

—Hola Jer. Cartas nuevas? —pregunto.

—Sí. Firma aquí —me entrega una plantilla. Firmo delicadamente, "____ Burton" y el se va. Observo las cartas parada en la puerta, por si me entrego mal una, hasta que alguien interrumpe mi lectura.

—Hola, princesa —siento su voz. Ahí estaba. Mirándome. Llevaba una chaqueta de jeans, unos jeans, y una camiseta lisa debajo de su chaqueta. Su cabello estaba despeinado, pero sus ojos seguían igual. Muy lindos.

—Ho..ho..Hola Niall —le digo nerviosa. Por dios, más penoso no pude ser eso, ¿cierto?

—Me gustaría hablar contigo —me dice.

—Em, claro, ¿quieres... pasar? —le pregunto y el asiente con la cabeza. Abro la puerta, y la cierro, cuando ambos estábamos dentro.

—¿Y Matt? Hace tiempo que no lo veo —me dice.— A ti tampoco.

—Está con Zayn y Eri. —le respondo, y tomo asiento en el sillón grande. Mi favorito. El toma asiento a un metro de mí. Está bien, que nervios.

—En unos días será su cumpleaños. ¿Como lo festejaremos? —dice el mirándome.

—¿esstejaremos? Como se lo festajaré. Tú no sé que harás —le digo.

—Yo pensaba... que lo haríamos juntos —me dice.

—Pideselo a Bárbara. Ella podría ayudarte —le digo atacando. Está bien, sonó malvado (en un cierto sentido) de mi parte, pero aún estoy enojada con él.

—____, no vine a hablar de eso.

—Bueno, yo si quiero hablar de eso. ¿Por qué te acostaste con ellas, si yo era tu esposa? —le pregunto.

—Porque... tú nunca querías tener nada conmigo. Y soy hombre, tengo mis necesidades.

—¿y las veces que lo hemos tenido, qué? ¿Pensabas en ellas? —le pregunto.

—No,___. No —me dice.

—¿Y por qué lo hiciste durante seis meses? —pregunto. De nuevo las lágrimas. Te odio momentos de debilidad y fragilidad.

—Porque... No lo sé. Era algo refrescante hacer algo malo, e iba a terminarlo el mismo día que tu fuiste a la oficina.

—Ah. Entiendo. Por eso Bárbara estaba semi desnuda, ¿cierto? —pregunto con algo de ironia. Cubro mi rostro con las manos, y empiezo a llorar sola.— ¿Por qué fui tan estuída de creerte cada vez que llegabas tarde del trabajo? Te la pasabas con ella. Disfrutando, teniendo sexo en cualquier motel, mientras yo te preparaba la cena, y te esperaba con todo el amor que podía darte. Que idiota que soy.

—No digas eso, ____ —siento su mano en mi espalda. En un movimiento brusco, dejo que su mano se vaya de mi espalda. La vuelve hasta por enzima de su pierna, y suspira.— Si vamos a hablar del tema. Realmente, quiero pedirte perdón. Y esto es enserio. Nunca quise lastimar a nadie. Ni a ti. Porqué... eres mi esposa aún, y te quiero muchísimo. Me has dado cosas que nadie jamás me ha dado, como Matt. Mi primer hijo. Eso es lo que más importa. Y no me iré de esta casa hasta que sueltes un "te perdono" de esa linda boca.

—¿Si digo eso te irás y no volverás? —le pregunto mirándolo. Estiro las mangas de mi suéter, y limpio mi cara.

—¿Sabías que hace mal limpiarte con esa tela? Es mejor así —pasa sus dedos pulgares por mis ojos, y luego seca las lágrimas.— Nunca me gusto verte llorar. Me parte el corazón. Y más sabiendo que yo soy el culpable del que derramas lágrimas.

—Te perdono, ¿si? Pero ya, vete —le digo, levantándome del sillón. El suspira, y se levanta.

—No. Hablaremos de Matt. Soy u padre, tengo derecho a verlo.

—No quiero que pase nada con él, sabiendo que ya no estaremos con él —le digo. Y recuerdo su golpe en la escuela.— El otro día golpeo a uno de sus compañeros, por decirle rubio tonto, y luego lo golpeo de nuevo, por defender a Emy.

—¿Enserio? ¡Ese es mi hijo! —celebra. Lo fulmino con la mirada, y el baja los brazos rápidamente.— Lo lamento. Que mal. Debería sentir mucha vergüenza.

—Lo sé. La maestra dice que quizás la conducta mala, sea por culpa de nuestra separación. Entonces, me dijo que tendré que mentir le —le digo.

—¿Y... que le dijiste? —pregunta un poco alterado. Tomo asiento, cómodamente de nuevo en el sillón.

—Que te moriste —suelto relajada.

—¿Que qué? —pregunta mirándome.

—Bueno, no tan así. Le dije que estabas bastante grave, y apunto de irte a un lado. Al cielo —le digo.

—____ —me mira.

—-Tranquilo, le dije que era normal en las relaciones amorosas. ¿preferias que le dijera que mamá y papá no estarían más juntos, porque papá engaño a mamá acostándose más de diez veces con su secretaria?

—Prefiero la noticia difunta —me dice, encogiendosé de hombros.

—escucha. Pensaré algo. Si Matt quiere que vengas a su cumpleaños, te invitaré. Pero mientras tanto, te pido que solo te alejes, ¿sí? Por el bien de todos —le digo. El moja sus labios lentamente, y suelta aire.

—De acuerdo. Pero... por favor, haz que venga. Quiero pasar un rato con él. —me sonríe.

—Te lo prometo —le sonrío. No, momento débil. Mi cara deforma la sonrisa, a una cara seria, y creo que es hora de que se vaya.

—Será mejor que me vaya —me dice. En un movimiento, besa mi mejilla y sale corriendo hasta su auto negro. Entra en este, mira de nuevo hasta mí, sonríe, y luego se va enciendo el motor del auto. Suelto un suspiro, y entro de nuevo a mi casa. Me siento en el sillón, y tomo el teléfono. Marco rápido el número de Eri. Llevo el teléfono a mi oído, y siento su voz desde el otro lado.

—¡____! ¿Que sucedió? ¿Te encuentras bien? ¿Vamos a denunciarlo? Oh, si. Siempre quise ver como se denuncia a alguien. —siento su voz, y suelto una risa.

—Hola Eri. Estoy bien. Te llamo para decirte que ahora voy a buscar a mi hijo. Y no, tranquila, no tendremos que denunciarlo —suelto de nuevo una risa.

—Oh, que decepción —suelta un grito, y se calmá—. Ahora te veo, perra.

Cuelga el teléfono. Solo se escucha el "pi... pi... pi" del tono. Lo vuelvo a colgar, y tomo las llaves de la casa, y mi auto. Salgo de mi casa, la cierro con llave, y luego entro a mi auto. Lo enciendo, y conduzco hasta la casa de Eri. La cual no quedaba tan lejos.

__________________________________________________________________________.

Holaa! :) ¿Cómo están? ¡FIN DE SEMANA! traducción: ¡MÁS CAPÍTULOS! Yeah. (? okno.

No se olviden de comentar y dejarme votito, please. No saben lo importantes que son para mí ñ.ñ

Muchos besotes enormes :*
& letritas de amor: agdfhdgsfgsgjhdgsfhgraciasporleerihjgsjhnugnutnue.

OKNO. BAY! :*

Una vez más ||Niall Horan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora