veinte

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fruncí el ceño, observando a la delgada rubia teñida en frente mío; estaba usando unas gafas de sol y masticando chicle de manera exagerada.

"¿y tú eres?" le pregunté, fingiendo que no tenía ni la más mínima idea de quien era. sabía perfectamente que era la misma rubia que había visto besar a eunwoo esa noche. "¿nos conocemos?"

"deja de pretender. sé que sabes de mí y eunwoo."

tragué saliva ante su respuesta, nerviosamente poniendo mis manos detrás de mí.

"¿entonces qué se te ofrece?" cuestioné, tratando de que vaya al grano.

"quiero saber por qué estas intentando arruinar nuestra relación. eres una... no quiero insultarte, pero estás jugando con sus sentimientos. le habías dicho claramente que se olvide de ti para siempre pero luego vuelves como perrito perdido a tratar de recuperarlo. él me gusta y yo a él. así que, por favor, déjanos en paz."

quería responderle, decirle cuanto amaba a eunwoo y que sabía de mis errores, pero no pude mencionar nada. tampoco tenía porque hacerlo, pero se había hecho la idea equivocada. ¿o no?

"si eso es todo lo que viniste a decir–"

"me gusta eunwoo, joy."

"no vas a decir nada?"

tragué saliva nuevamente, mordiéndome el labio inferior inconscientemente, pensando en el hecho de que posiblemente ella quería a eunwoo de la misma forma que yo. me asustaba, el tan solo hecho de pensar que podría perderlo.

"yo lo amo. amo a eunwoo, es mi mejor amigo, aún haya cometido muchos errores en el pasado, yo lo quiero demasiado y no pienso dejarlo ir. la que no tiene que interferir aquí eres tú."

"eso ya lo veremos." con esas cuatro palabras dichas, se dio media vuelta y empezó a caminar. la vi desaparecer cuando volteó en una esquina, y no pude dejar de pensar en cuan mal me había simpatizado.

+

eunwoo tocó la ventana de mi habitación como a las seis de la tarde, lo pude ver a través de las delgadas cortinas. 

"hola chubs." dijo una vez que ingresó a mi dormitorio, y le dio un beso a mis labios por un corto tiempo. vi como observó el lugar con detenimiento antes de sentarse en la esquina de mi cama.

"¿chubs? ¿de nuevo?" cuestioné con tono de broma, mirando mi figura en el espejo, mientras el hacia lo mismo.

"solo bromeo y lo sabes. gordita o no, igual eres hermosa."

"pero dime la verdad, estoy gorda?" le pregunté. sabía que estaba poniéndolo en aprietos pero quería saber su opinión.

"ni un poco."

se levantó de la cama, de repente sacando un ramo de flores detrás de él.

"son para ti." me dijo, poniéndolas en frente mío. las cogí, oliendo el agradable aroma de las rosas. "¿te gustan?"

puse las rosas en el escritorio por un instante, antes de voltearme hacia el. mis brazos fueron a entrelazarse atrás de su cuello. lo había tomado por sorpresa y lo noté por su reacción de duda cuando sus manos reposaron un segundo en mi cintura y luego las retiró, solo para ponerlas de nuevo en mi cintura pero esta vez sujetándome de manera más fuerte.

volví a pensar en lo que chaeyoung me había dicho mas temprano, y lo besé más apasionadamente, más seductivamente.

"woah, ¿que pasa contigo hoy?" me preguntó, mirándome a los ojos.

"¿no te gusta?"

"claro que si... pero no quiero que te sientas apresurada—"

"es solo que creí que esto es lo que querías." confesé, mis mejillas instantemente volviéndose rojas de la vergüenza.

"joy."

levanté la mirada, su mano suavemente acariciando mis mejillas.

"lo quiero tanto como tu lo quieres. pero no quiero que eso sea lo principal de nuestra relación. te amo mucho y planeo esperar hasta que tu," su dedo índice toco la punta de mi nariz, juguetonamente, "y yo estemos listos."

asentí y le di un beso corto en los labios, para después reposar mi cabeza sobre su pecho.

y no pensaba contarle sobre el encuentro con la rubia.

save me | cha eun-woo [astro] // PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora