"Un final para recordar"
Muy bien, era ahora o nunca.
—¿Estas bien, Chaton?
No, definitivamente no estaba bien.
Adrien trago hondo mientras se mentalizaba una y otra vez. Vamos, él era un súper héroe la mayor parte del tiempo, había tenido innumerables batallas con los Akumas, su destreza felina no tenía igual.
—No te lo puedo creer, pareces una niña asustada—dijo el Kwami negro en un tono de burla—Solo son sus padres, chico, no un ejercito Akumas de diez metros.
Plagg tenía razón, era un cobarde.
La suave risa de Marinette lo trajo a la realidad, no se había dado cuenta que se había quedado mirando fijamente y con una expresión más parecida al pánico desde el momento en que se habían detenido finalmente en la famosa panadería de los padres de su chica.
—Vamos, Adrien, no es para tanto—murmuro con cariño tomando su mano entre las suyas.
¿Qué no era para tanto?
¡Ja!
Claro, si fuera tan fácil.
Ella intento en vano jalar al joven hacia el interior de la tienda, pero él permanecía inmóvil sin moverse ni un centímetro, y la franco-china no pudo evitar sonreír con malicia.
—¿Que sucede?—estaba secretamente divertida por la reacción de su pareja—Mis padres no te harán nada malo, te adoran—comenzó a decir con una expresión de pura inocencia.
Adrien rio nervioso.
—Cabe recordar que tu padre es un gigantón que intimida bastante, princess. Y que su hija este de repente embarazada y comprometida asegura que yo no saldré muy bien parado de todo esto.
—Tienes miedo—aseguro ella con una ceja arqueada.
—¿Yo? ¿El gran Chat Noir con miedo? Que va, te estas equivocando de persona, Bugaboo—dijo con la barbilla erguida y una pose muy altanera.
—Vamos ¿A quién tratas de engañar?—pregunto con una risilla.
—No, princess, yo...
—Tienes miedo—volvió a repetir ahora mirándolo con ambas cejas alzadas y una gran sonrisa.
Él suspiro derrotado.
—Bueno si, un poquito—susurro con un ligero mohín en sus labios.
Marinette exploto en carcajadas causando que el rubio se sonrojara y desviara la mirada.
A veces su chica podría ser bastante cruel.
Y no ayudaba que los Kwamis ocultos que acompañaran a la chica en su diversión con sus pequeñas risillas, podían escucharse claramente desde sus escondites.
Simplemente perfecto, ahora todo el mundo se estaba burlando de él.
La joven le dio un sonoro beso en su mejilla caliente.
—Vamos, te aseguro que todo saldrá bien para todos.
Adrien procuro que no se le notara que casi estaba hiperventilando de los nervios. Nunca pudo imaginar que desde que hablaron de visitarlos una semana después de que la propuesta fuera oficial; que tendría pánico de encarar a los Dupain-Cheng. Presentarse así de la nada diciendo que era el prometido y futuro padre de mellizos lo dejaba ansioso y rezando para salir ileso para ver a sus pequeños crecer.
Con una sonrisa sin igual, Marinette empujo poco a poco a su prometido al interior de la panadería, donde la campanilla de la puerta anuncio su llegada.
ESTÁS LEYENDO
¿Un pequeño Catbug?
FanfictionTras pasar varios años, Marinette comienza a tener sentimientos muy profundos por su compañero de batalla. Quizás el mismo amor que tiene hacia Adrien, pero que había decidido olvidar finalmente. Sin embargo, una noche tanto Chat Noir como Marinette...