Querido Dyl:
¿Recuerdas la primera vez que me abrazaste?
Fue unas semanas después de tu primer día.
Cada vez estabas volviendote más cercano, era lindo al fin tener un amigo.
Ese día yo estaba en el baño, sentado en el suelo llorando.
Mi padre le había pegado a mi mamá, me había sentido la peor basura ése día por no poder ayudar, así que ahí estaba. Desahogandome como un tonto.
Recuerdo haber escuchado la puerta abrirse, pero no levanté la vista. No tenía ganas de hacerlo.
Escuché unos pasos acercándose y luego un cuerpo contra el mío, unos brazos rodeando mi cuerpo.
No hizo falta mirarte para saber que eras tú, el aroma a lavanda y caramelo me inundó las fosas nasales.
Seguiste abrazándome, mientras yo intentaba que los malditos sollozos dejaran de salir.
Murmuraste un "todo va a estar bien pequeño".Y me calmé, no entiendo que pasó. Pero esas palabras lograron que olvidara todo lo que pasaba alrededor.
Te miré por unos segundos y te abracé fuerte.
Y ahí nos quedamos, los dos, juntos.
No podría pedir algo mejor.