Querido Dyl:
¿Recuerdas la primera vez que discutiste con tu novia?
Já, yo sí.
Me fuiste a buscar, estabas muy triste.
Tocaste la puerta de mi casa, subiste a mi habitación. Me viste, me diste un fuerte abrazo.
Pero yo te alejé.
Te alejé porque no podía creer que hagas eso. No te creí esa clase de persona.
De las que sólo vuelven cuando te necesitan y luego te olvidan.