una perra cruzada

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Tengo mucha curiosidad sobre quien es esa chica, angélica me contó tantas cosas de ella que quede con ciertas ganas de saber más de ella. Ya de noche nos llamaron a cenar, salimos las 3 juntas directo al la cafetería. Llegando a la entrada nos encontramos con los 4 galanes, todos nos voltearon a mirar así que angélica tomo a aleja del brazo y se alejaron un poco, todos dispuestos a saludarme se acercaron

-hey princesa- dijo Matt mientras me rodeaba con su brazo
-hola chicos-
Me solté de Matt y acelere el paso hasta llegar con las chicas

-que pasó? - pregunto aleja
-nada-dije bajando la mirada y caminando cada vez más rápido

Llegamos a la cafetería y cada una tomo una bandeja, nos sirvieron dos rebanadas de pizza, soda de manzana y de postre una malteada de chocolate

-nata, esta no es tu comida favorita? - pregunto angelica de forma graciosa
-si, lo es- dije con una sonrisa en la cara

Cuando vivía sola con mama esta era nuestra comida, pedíamos una caja gigante de pizza para las dos solas, bebiamos algo refrescante y ella siempre me preparaba mi Malteada favorita.  No pude evitar peguntarme por que sirvieron eso

-hey- susurraron a mi oído

Voltee a mirar, era Matt con su bandeja detrás de mi, mis ojos solo pudieron mirarlo de arriba a abajo para luego colocar la mirada al frente para salir de la fila

-oye, que tienes? - pregunto Matt mientras me seguía
-no tengo nada- empece a buscar a angélica y aleja
-si, tienes algo y lo se- dijo Matt poniéndose frente a mi

Cuando vi a las chicas sentarse en una mesa con santiago me puse en marcha, Matt me seguía desde atrás y yo solo me dignaba a caminar

-natalie- grito Matt
-QUE?!? - grite mientras aceleraba más el paso

En un abrir y cerrar de ojos una chica se planteó frente a mi, lanzó la malteada sobre mi cabeza y dejó la pizza en mi pecho, mi única reacción fue soltar mi bandeja, limpiar mis ojos he irme

-nat-
-natie-

Angélica y aleja me llamaron desde su mesa y senti a varía personas siguiendome. Llegando a mi habitación alguien me tomo por el brazo

-Natalie que te paso- dijo Pablo

la mirada de preocupación de Pablo me destrozó, no pude evitar soltar en llanto, y soltarme, salí corriendo y entre en mi habitación, me senté contra la puerta y limpie mis lágrimas

-esa perra no se saldrá con la suya- dije poniéndome en pie

Son míosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora