Llegué a la cocina, saqué un bowl y me dispuse a hacer la masa de las tortitas. Cuando la tuve lista puse la sartén en el fuego y le eché un chorrito de aceite.
Mientras esperaba a que se calentase saqué el móvil del bolsillo trasero de mi pantalón y puse la primera Playlist que tenía en Spotify, y lo dejé encima de la isla. Empezó a sonar la canción More Than You Know de Axwell e Ingrosso. En cuanto empezó a sonar me pusé a cantarla, mientras hacía las tortitas y las iba poniendo en un plato.
En las tortitas de Jayden puse sirope de chocolate, nata montada y por último unos pocos cereales de colores.
En las de Luke eché sirope de caramelo, nata montada, corte unas fresas y las puse encima de las tortitas.
Por último en mis tortitas heché sirope de chocolate, nata montada y fresas. Prepare tres vasos, en el de Jayden y en la de Luke eché batido de fresa y en el mío me hice un Capuchino.
Cuando terminé lo lleve todo a la mesa que había en el jardín trasero, y como si los hubiera invocado aparecieron Jayden y Luke.
-Buenos días Raley- dijo Luke acercandose a mi y dandome un beso en la frente.
-Buenos días enana- dijo Jayson acercándose a mi y dandome un sonoro beso en la mejilla.
-Buenos día chicos- dije mientras iba a la cocina a por el pienso de Ecko.
Volví a salir a jardín, dejé el cuenco con el pienso en el suelo y silbé para que Ecko viniese. A los pocos segundos Ecko salío corriendo hácia mi de detrás de los arbustos que había en el jardín. Cuando llegó hasta dónde yo estaba sé lanzó encima de mí y me émpezó a lamer la cara mientras ladraba y movía enérgicamente la cola.
-Buenos días a ti también Ecko- dije mientras me reía y le acariciaba cariñosamente la cabeza.
En cuanto Ecko olío su pienso se bajó de encima de mi y empezó a comer. Yo me senté a desayunar con mis hermanos.
-¡Esto está delicioso!- dijo Jayson relamiéndose los labios llenos de chocolate y nata.
-¡Está buenísimo!- dijo Luke mientras se comía el último trozo de tortita que le quedaba en el plato.
Sonreí de oreja a oreja en respuesta.
-Bueno Raley, ya te queda poco para empezar el instituto- dijo Luke con una sonrisa burlona.
-Ni me lo recuerdes- dije de mala gana. No me hacia ninguna gracia tener que ir a un instituto lleno de niños ricos y en el no conocía a nadie. En el pueblecito en el que vivía antes de mudarme con mi tía aquí era pequeñito y la gente no iba presumiendo de que su padre tenia una casa de no se cuantos metros cuadrados.
Nos conocíamos todos y nadie tenía un vida llena de lujos como los que viven aquí. Mi tío Thomas, el marido de Martha, era abogado y Martha también, ambos llevaban uno de los más famosos Bufetes de abogados de Los Ángeles. Eso explicaba la enorme casa que tenían, en la que yo ahora vivía.
-Por cierto no sé cómo narices quereís que vaya si ni siquiera sé dónde esta- dije mientras le acariciaba la cabebeza a Ecko, que se había sentado a mi lado.
-De momento te llevaremos y te traeremos nosotros- dijo Jayden mientras apilaba los platos y los cubiertos para llevarlos a la cocina.
-Pues por mí perfecto, ya sabéis la pereza que me da andar por las mañanas- dije mientras sonreía.
-Hay que ver qué vaga eres- dijo Luke riéndose.
-No te lo voy ha negar- dije a la vez que me levantaba de la silla y entraba en casa.
Después de entrar subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, entré y dejé pasar a Ecko, que me había seguido desde abajo.
Llevaba dos meses viviendo en esta casa y todavía me sentía extraña cuando entraba en mi habitación. Era una habitación muy amplia, las paredes estaban pintadas de un verde claro y el techo era completamente blanco.
A mano izquierda tenía dos puertas, una que daba a un enorme vestidor, del cual mi ropa solo ocupaba un quinto de todo el vestidor, el baño era amplio, con un enorme espejo debajo del cual había un lavamanos de mármol, a la derecha había un plato de ducha, y a la izquierda un armario en el que guardaba mis cosas de aseo personal y un botiquín de primeros auxilios.
Volviendo a la habitación a mano izquierda nada más entrar había una enorme cama de matrimonio en la que yo dormía, a la izquierda de la cama tenía un enorme escritorio en el que dibujaba.
En la pared contraria a la cama había una televisión, a la derecha de esta tenía unas estanterías llenas de libros, me gustaba mucho leer, en frente de la televisión había una alfombra blanca y encima dos pufs, a la izquierda de la televisión había un gran ventanal de cristal que daba a un balconcito que tenía unas vistas espectaculares de la puesta de sol en el mar. Por la noche me gustaba sacar uno de los pufs, sentarme y observar las estrellas.
Conecté el móvil a la tele y puse la primera Playlist que me salió en Spotify. Empezó a sonar la canción By Your Side de Jonas Blue. Me puse a cantar la canción mientras hacía la cama y limpiaba un poco la habitación, que estaba hecha un desastre.
Cuando terminé miré la hora en el móvil, eran las once y cuarto de la mañana, si no me hubiesen despertado mis hermanos a esta hora me estaría despertando.
En ese momento entró Jayden a mi habitación.
-Raley prepárate que nos vamos ha jugar a las canchas- dijo mientras entraba y cogía la pelota que estaba al lado de la puerta.
-Vale, me cambio de zapatillas y bajo- dije mientras entraba en el vestidor y cogía las zapatillas de baloncesto que me había regalado mi padre hacía ya dos años, estaban un poco echas polvo pero aún servían. Fui al baño y me hice una coleta alta.
Cuando estuve lista cogí una mochila y metí mi móvil, un altavoz y bajé a la cocina a rellenar la botella de agua. Me colgué la mochila en los hombros y fui a la puerta principal.
Allí estaban Jayson y Luke esperándome.
-¿Vamos?- dijo Luke abriendo la puerta. Jay y yo asentimos en respuesta.
Mientras íbamos a las canchas íbamos hablando de los últimos partidos de la NBA que habíamos visto. Cuando llegamos a las canchas había tres chicos como un año mayor que yo jugando en un lado de la cancha, por lo que nosotros nos fuimos al otro lado a jugar.
-¿Un rey de la pista?- dijo Jay mientras botaba la pelota.
-Vale- dije mientras me descolgaba la mochila y la dejaba en el suelo al lado del palo de la canasta.
-Vale- dijo Luke.
-Perfecto, empezáis tu y Raley a diez puntos, quien gane contra mí- dijo Jay mientras se apoyaba en el palo de la canasta
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HEY RALEY!!
Teen FictionRayle es una chica de 16 años muy alegre y energica. Cuando ocurre una triste tragedia ella y sus hermanos mayores se verán obligados a mudarse con su tia Martha a L.A. ¿Qué les deparará la gran ciudad? ¿Oscuros secretos salen a la luz? ¿Descubrirá...