Number Twelve

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(Narra valeria)

-iba camino a mi casa cuando una camioneta, su camioneta, se paro justo al frente mío, bajo el vidrio y pude ver su perfecto rostro con unos lentes

-sube

-no

-dije que subas.-lo mire por un momento con duda pero igual subi a su lado.

Comenzó a conducir a alguna parte, ninguno de los dos decía nada en el camino.

Llegamos a una casa gigante y totalmente hermosa, era una mansión, se bajo, me abrió la puerta y entramos a la casa

-Sígueme.-lo seguí hasta la cocina.-primero vamos a comer.-dijo sacando una olla y un poco de pasta.

El comenzó a cocinar y yo salí de la cocina a conocer nuevas tierras, en el primer piso estaba una sala gigante con una chimenea, luego al lado había un comedor grande para por lo menos 12 personas, ¿para que tanto? digo, el vive solo ¿verdad?.. Seguí investigando, también había un baño, una oficina, y un cuarto con un televisor grande.

Mire hacia la cocina para ver si es que me estaba viendo y no lo hacía, entonces aproveche y subí las escaleras, al llegar arriba habían varias habitaciones cada una con su baño, pero ninguna parecía ser habitada estos últimos días, comenzé a caminar hacia el final del pasillo y al lado derecho había una puerta, intente abrirla pero estaba cerrada

-Valeria!.-mierda, me asuste, baje hasta el comedor y el ya tenía servido.-siéntate.-dijo en un tono amable, el estaba sentado en la cabeza de la mesa y yo me senté al lado izquierdo.

Frente a mi tenía un plato de fideos con salsa alfredo y champiñones, comenzé a comer

-Yo.. me quiero disculpar.-comenzó a decir, levante la cabeza y lo mire a los ojos sin ninguna expresión en mi cara.-se que fui un idiota, lo siento

Suspire antes de hablar.-... yo... la verdad no deberías disculparte.. digo, hice lo mismo ¿no?

-Entonces.. ¿me perdonas?

-si, por supuesto, de hecho tu deberías perdonarme fui una estúpida.-dije dejando el plato a un lado

-si, pero yo tengo pensado algo mejor.. digo, como recompensa.-lo mire con una ceja arriba, e hizo una escalofriante sonrisa, no comprendía a donde quería llegar, se paró y me tomo en brazos

-¿que haces?.-no me contesto solo subio al segundo piso conmigo encima,cuando estuvimos arriba se dirigió hacia el cuarto que estaba cerrado, saco una llave de su pantalón y lo abrió.

Cuando estuvimos adentro del cuarto, este estaba completamente oscuro

-Muy bien, desnúdate

-Que?... aquí?

-Si, vamos.-Comenzé a desnudarme completamente dudando si es que debía confiar en el o no, el cuarto aun estaba completamente oscuro, una vez desnuda aun no podía ver nada

-Listo.-dije mirando hacia los lados, no sabía donde estaba, cuando derrepente se encendieron las luces, el estaba hay parado con su pecho desnudo solo con unos pantalones, y la cosa se pone mas interesante, esto era un cuarto de juegos.

Se acerco a mi y me guío hacia la cama, me acostó hay boca abajo, yo no podía hablar esto era nuevo para mi, además no podía ver lo que hacía ya que mi cabeza estaba hacia abajo en el agujero de la cama.

Sentí su mano en mi trasero, daba suaves masajes.-Te voy a dar con esta fusta y los vas a contar, de acuerdo?.-asentí con la cabeza, esto me ponía nerviosa pero a la vez era realmente excitante.

Sentí una fuerte nalgada que hizo que saltara, esa no era la respuesta que buscaba

-si señor.-volví a sentir otra nalgada, esta dolió mas que la anterior pero se sentía bien

-Daddy.-corrigió

-Si, daddy

-Así me gusta.-y el primer golpe llego

-uno

-uno ¿que?

-uno daddy

otro golpe mas

-dos daddy

Otro golpe

-tres daddy.-y así siguió, esto se sentía genial, sentía que me vendría en cualquier momento sin toque alguno

-Quince daddy.-me levanto y me saco en brazos de la habitación, llegamos a otro cuarto pero este era normal.

Me acostó en la cama y comenzó a sacarse lo que le quedaba de ropa, una vez desnudo se subio encima mío pero sin llegar a aplastarme, me beso de una manera suave y yo le seguí, se puso un condón y entro en mi de una sola vez haciéndome gemir de placer

-Aah..

-Eso es, gime para mi.-dijo comenzando a moverse de forma rápida

Esto era realmente genial, el se movía rápidamente, sentía que me partiría en dos, era el puto paraíso, en ese momento bill paro y salio de mi, lo mire confundida

-Aun no.-dijo con una sonrisa, se saco el condón y puso su gran miembro en mi cara, lo mire confundida

-es enserio?

-muy enserio, ¿quieres un castigo?

-no daddy.-tome a su amigo y lo metí a mi boca comenzando a lamerlo, no quería un castigo, ya tenía el trasero morado

-ahh.-un gemido ronco salio de sus labios, seguí lamiendo y mire hacia arriba para ver su rostro, tenía los ojos cerrados, llevo sus manos a mi cabeza para que fuera mas rápido, de un momento a otro tenía toda su semilla en mi boca, se había corrido sin aviso alguno, y un gran gemido ronco de placer salio de sus labios.

Me tiro en la cama y comenzó a besarme mientras que ponía un nuevo condón en su miembro, entro en mi y comenzó a moverse suavemente

-ahh... daddy

-Solo tengo ojos para ti no lo olvides, eres perfecta.-comenzó a besarme de nuevo y a moverse mas rápido

-ahh sii.-respirábamos con gran dificultad

-eres hermosa, ¿a quien le perteneces?

-a ti.. ahh

-ahora, hermosa.-nos vinimos al mismo tiempo soltando un gran gemido, se acostó a mi lado y me atrajo hacia el abrazándome.-te amo.- dijo en un pequeño susurro

-yo igual.-conteste cayendo en un profundo sueño.

Amor prohibido (Bill Skarsgård)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora