Episodio 1

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La historia está siendo editada. Agradecería mucho que la leas desde el episodio 1 para que puedas entender, ya que he agregado cosas nuevas y capítulos más largos.

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HOUSTON TEXAS

El sol brilla intensamente sobre el extenso lago, ubicado en las afueras de Houston, Texas. Las aguas del lago reflejan el cielo azul, creando un paisaje sereno y resplandeciente. En medio de este paraíso acuático, se alza un majestuoso puente que conecta las dos orillas, facilitando el paso de vehículos y peatones.

Entre los peatones que disfrutan del día, se pueden apreciar dos chicos en bicicleta que avanzan juntos por el puente. Sus bicicletas brillan bajo la luz del sol mientras pedalean con entusiasmo, conversando y riendo a medida que avanzan.

Los chicos se dirigen hacia un muro que se encuentra cerca del lago, una estructura baja que delimita parte del puente. Pedalean con ritmo constante hasta que, de repente, se detienen bruscamente al avistar algo inesperado. Uno de los chicos exclama:

—¡Oh my God!—con los ojos muy abiertos y el rostro pálido.

Ambos se quedan inmóviles, mirando hacia el agua, donde se puede ver un cuerpo inerte flotando cerca de la orilla. El ambiente de tranquilidad se rompe con la gravedad de la situación, mientras los chicos intentan procesar lo que tienen delante.

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La calma del entorno ha sido reemplazada por una atmósfera de actividad frenética. Policías, forenses y paramédicos han llegado al lugar, sus vehículos alineados a lo largo de la carretera que lleva al puente. El sonido de los helicópteros sobrevolando el área añade un ruido constante al bullicio de las sirenas y las voces de los oficiales.

Alrededor del puente y el lago, se ha congregado una multitud de curiosos. Algunos observan con preocupación, mientras otros sacan sus teléfonos móviles para grabar la escena. Se escuchan murmullos y exclamaciones de sorpresa entre la gente, que se mantiene a una distancia segura, siguiendo las indicaciones de los oficiales.

En medio del bullicio, un hombre se acerca a la zona acordonada. A simple vista, no parece un oficial, ya que no lleva el uniforme reglamentario. Al intentar pasar, uno de los policías de la zona le detiene, mirándolo con desconfianza.

El hombre, sin inmutarse, saca una placa de su bolsillo y se la muestra al policía.

—Capitán Lizardo, Investigación Criminal.—dice con firmeza, sosteniendo la placa frente al rostro del oficial.

El policía, al ver la placa, se endereza y le hace una señal de respeto.

—Disculpe, capitán. Puede pasar.— responde, apartándose rápidamente para dejarlo avanzar.

El capitán Lizardo asiente y cruza la línea de seguridad, dirigiéndose hacia el epicentro de la investigación.

El capitán, al ingresar a la escena del crimen, busca a su compañero entre la multitud de policías y forenses. Cuando finalmente lo encuentra, lo llama con un gesto de la mano.

—Linares.—dice el capitán, su voz firme resonando sobre el bullicio de la escena.

El compañero de Linares, al escuchar su apellido, se gira hacia él y se acerca rápidamente, reconociendo la autoridad en la voz de su superior.

𝐓𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬 | ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora