Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Al día siguiente siguiente ella despertó muy temprano y de buen humor, se puso un vestido ligero y despertó a su esposo con besos y caricias.
-Necesito comer algo dormilón, vamos levántate.
-Cinco minutos, dame cinco minutos por favor, él se cubría el rostro con la sabana.
-Vamos de verdad necesito comer algo, siento que voy a desfallecer, necesito comer algo ya, al escuchar aquello él se levantó casi de un salto, no quería pasar por otro susto con ella como el del día anterior.
-Cinco minutos tomó una ducha rápida y vamos al comedor, mientras ella escogía ropa sencilla como la de ella, pantalón negro y camisa blanca, a su esposo todo le lucia bien y le hacía ver atractivo pero se sentía más agusto con su ropa informal, cuando él salió ya estaba todo dispuesto.
-Te ahorre dos minutos, así que sólo tienes tres, él no pudo más que sonreír, esos detalles cada día le confirmaban que no había sido un error su matrimonio.
-¡Listo! Declaraba él campante, cuando vio por el espejo que tenía en frente el reflejo de ella que se desplomaba al suelo.
Sin pensar en nada corrió y la tomó en sus brazos, nuevamente la palidez de sus labios, lo asustaban, no era posible que aquello le sucediera nuevamente, en ese instante, renegó de su decisión de volver a Norteamérica, sólo a una persona extrañaba de toda esa gente y con un chasquido de sus dedos pudo mandarla a buscar, mil cosas causaron por su mente mientras prácticamente corría desde su camarote a la enfermería, con una patada abrió la puerta asustando al médico y las enfermeras que se disponían a cambiar de turno.
-¿Señor Andrew, pero qué rayos sucedió ahora?
Él no escuchaba, sin mediar palabras la llevaba hasta el cubículo que ocupará el día anterior y la colocaba con cuidado en la camilla.
-Estaba bien, de repente perdió el conocimiento, el Doctor al verlo desesperado la revisó, tenía el pulso un poco débil, pero su respiración era pausada y normal.
-No entiendo por qué no estaba su esposa acá, le dije que debía estar en observación, el hombre se veía molesto.
-Es que ese médico que le sustituyó anoche no me permitió quedarme y ella no se quiso quedar sola, nos fuimos a comer porque tenía hambre y luego nos retiramos, estaba bien cuando despertó, le dio pena decirle al médico lo que hicieron así que no dijo nada, había sido una locura hacer el amor estando ella tan débil, ahora se sentía culpable.
-Primero debería tranquilizarse, su esposa estará bien, necesito que me permita hacer algunas pruebas si es lo que creo, tan sólo deberá estar atento y no dejarla sola, una mala caída podría ser falta.
-Si doctor, tan sólo permítanos estar aquí a ambos, si no estoy seguro que no se quedará, hombre blanqueaba los ojos.
-Ayer dejé instrucciones de que debían, o más bien podía estar acompañando a sus familiares, dispense por favor el malentendido.
-Muchísimas gracias, Albert veía como el hombre comenzaba a sonreír.
-Creo que debería ir a su camarote y ....
-Pero si acaba de decir que me puedo quedar, aquello hizo sonreír aún más al Doctor.
-Vamos muchacho, ayer su esposa durmió casi todo el día, sería bueno que usted se calzara, no sea que pesque un resfriado, eso le complicaría mucho más las cosas, incrédulo por lo que decía el hombre bajó su mirada, con la prisa había salido sin zapatos de su camarate.
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VOLARE
FanfictionÉL DEBÍA CUMPLIR CON ELLA, PARA ELLO DEBERÍA DEJAR A LA FAMILIA, SOBRETODO ALEJARSE DE ELROY ANDREW, QUIEN COMO SIEMPRE QUERÍA IMPONERSE A TODA COSTA, MÁS CUANDO YA TENIA LA MEJOR DE LAS CANDIDATAS PARA SER LA NUEVA MATRIARCA Y AUMENTAR LAS ARCAS DE...