Observé el juego de pesas polvoriento en una esquina, papá me lo había regalado para "atraer" chicas.
En un impulso de rabia y tristeza las tomé, me senté en la orilla de mi cama y empecé a ejercitar mis brazos.
Imagine a tyler entregando sus suaves labios , su olor a limón y dejando que desgarren su lindo suéter rosa pastel.
Golpearía al idiota que lo tocará.