Mi cuerpo estaba realmente caliente y una paja no iba a bastar.
Pero no tengo de otra.
Deje las cosas en mi cama, me despoje de mi ropa y quede en interiores.
El bulto en mi bóxer crecía más; tuve el descaro de imaginar a mi castaño.
Lo imagine, imagine sus largas pestañas, sus gemidos agudos, sus ojos marrones profundos y llorosos.
Lo imagine mio y estrangule mi sexo para terminar frente al espejo.
Pero solo hice eso, lo imagine siendo "mio".
Después de tanto me volví a mirar en el espejo.
Las pesas habían echó lo suyo al igual que todas esas mañanas al salir a correr.
Era yo, pero diferente.
Cabello tintado, abdomen a cuadros, una expansión en la oreja y un piercing en la nariz.
No había rastro del antiguo josh, ¿donde estaba realmente el?