-Narras tú-
Desperté como todas las mañanas, mire a la ventana, una hermosa mañana es lo que se apreciaba, me levante y me mire al espejo, sacudí mi cabello y entre a la ducha, tenía que prepararme para ir a trabajar, desde los 17 años hago esto, con la diferencia de que ahora estudio la universidad por las tardes, vivo con mis padres, para eso trabajo, para poder comprar mi propio departamento, y al terminar mi carrera irme a vivir sola, eso es lo que deseo.
Salí de la ducha, peine mu cabello, me puse mi uniforme, camisa roja con rayas negras en las mangas, y mi pantalón negro, me puse algo de polvo y brillo en los labios, y por ultimo tome mi cabello con una coleta y puse mi gorra roja de McDonald’s.
Camine hasta la entrada de la casa, me despedí de mi madre, mi padre ya estaba en el trabajo, tome el autobús para llegar a mi empleo, eran las 9, trabajaba como cajera en aquel lugar.
Tu: Buenos días Wendy –Saludo a su amiga-
Wendy es una de mis compañeras, y también con una de las chicas con las que me llevó mejor, ella igual es cajera, empezamos a preparar todo para que los clientes empezaran a llegar, hoy era viernes, el día cuando hay más clientes, nuestro jefe abrió las puertas, a los minutos empezó a llegar la gente.
No puedo decir que amo mi trabajo, pero tampoco lo odio, es algo extraño, llegaba la hora de la comida, es cuando más gente viene.
Wendy: Prepárate, ya son las 3 –Riendo-
Tu: Ya lo sé –Miro a la puerta-
De pronto unos señores, muy bien vestidos, exactamente eran 3, uno de ellos parecía como de mi edad, se fueron a sentar a una de las mesas, no sé porque tenía el presentimiento de que ellos no eran de por aquí.
Uno de ellos camino hasta la fila de los clientes, hasta que le tocó el turno, justo con migo.
Tu: Buenas tardes, bienvenido a McDonald’s ¿Puedo pedir su orden? –Sonriendo-
Xx: Claro, quiero 3 combos del primer paquete por favor –Saco la tarjeta-
Tu: ¿A qué nombre lo pongo? –Tomando la orden-
Xx: Jeremy Bieber –Se quitó los lentes negros-
Tu: Perfecto, ya le llevaremos la orden, que tenga buen día –Sonrió-
Ese señor, el que se llamaba Jeremy, se me hacía conocido, pero no tengo ni idea de donde lo he visto, fui a dar la orden de su pedido, y seguí atendiendo clientes.
Chico: La orden para Jeremy Bieber esta lista–Llamándola-
Tu: Pero yo no las entrego –Lo miro-
Chico: Todos están ocupados, creo que tienes que ir tu, además no hay nadie en la fila –Sonrió-
Tu: De acuerdo –Molesta-
Tome la bandeja con la comida y camine hasta donde estaban ellos.
Tu: Aquí tienen la orden, que la disfruten –Dejo la bandeja-
Jeremy: Gracias chica –Tomo su hamburguesa-
Mi atención se dirigió a los ojos de aquel chico de cabello café claro, y ojos color miel hermosos, con esa sonrisa perfecta, puedo jurar que me sonroje, pero como no hacerlo con esa clase de chicos, regrese a mi puesto, no aparataba los ojos de aquel chico, en algunas ocasiones el volteaba, y yo desviaba mi mirada, era vergonzoso.
Pasaron como 40 minutos, ellos se levantaron y salieron del restaurante, sentí algo de tristeza, tal vez sería la única vez que vería a ese chico, espero que no.
-Narra Jeremy-
Soy padre de 3 chicos, Ryan Bieber de 23 años, Chaz Bieber de 20 años y Justin Bieber de 18 años, sin duda mi mayor orgullo es Justin, un chico inteligente y audaz, tengo una ‘’empresa’’ llamada Mafia Bieber, si soy un traficante de mujeres, puedo utilizarlas para prostíbulos o solamente para ‘’divertirme’’ con ellas un poco y después matarlas, ¿Por qué lo hago? Porque odio a las mujeres, y todo gracias a la madre de mis 3 hijos, ella me engaño con mi mejor amigo, y desde ese día no soporto a las mujeres, solo tengo ganas de dañarlas sin piedad.
Soy dueño de uno de los prostíbulos más famosos de Los Ángeles, además de una de las Mafias más grandes del mundo, y ahora estoy enseñándoles todo a mis 3 hijos para que ellos puedan hacerse cargo cuando yo no esté en condiciones para estar al mando.
El mecanismo que utilizamos para conseguir mujeres es recorrer todo California y USA en busca de las mujeres más hermosas, para después secuestrarlas y el resto ya se lo imaginaran, y creo que ya tengo mi próxima víctima.
Chaz: Padre, ¿viste a la cajera del restaurante? –Se mordió el labio-
Jeremy: Justo estaba pensando eso –Lo miro por el retrovisor-
Ryan: Pienso que podríamos ganar mucho con ella –Sonriendo pervertida mente-
Jeremy: ¿Qué piensas tu Justin? –Lo miro por el retrovisor-
-Narra Justin-
Soy el menor de los hermanos Bieber, mi padre me ha subestimado desde pequeño, siempre intenta que sea el mejor en todo, siempre, y siempre le importa mi opinión sobre cualquier tema relacionado con su Mafia, pero sinceramente me parece repúgnate todo esto.
Sentí que mi corazón latió al escuchar que mencionaban a la chica del restaurante, era hermosa, y parece una gran chica, creo que no merece que le hagan eso, o mejor dicho, ninguna mujer merece esto.
