Hola Tamara

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¿Como no pude notar esa enorme mancha de humedad en la esquina? Tengo que hacer muchas cosas en este departamento, seguí sacando mis cosas de las cajas de cartón que me mandó Julio.

—¡Holaaa!

Una voz femenina apareció en el departamento, se sobresalté un poco y dejé la lámpara en el desayunador. Caminé un poco a la sala para verla aún mejor, metí mis manos en los bolsillos traseros del short. En sus brazos tenía una caja, una mochila enorme en su espalda y una maleta en el suelo.

—¿Eres mi nueva roomie?—asentí—¡Excelente! Mi nombre es Tamara— siguió caminando hasta dejar la caja a lado de la mía, seguí sus pasos con delicadeza.
—Soy Victoria
—¿Latina?
—Si, para ser más específica, de Guamuchil.
—¿Gua?¿¡Qué!?

Reí, estos ciudadanos de California que no saben que mi país tienen nombres muy raros. Sí Parangaricutirimícuaro me resulta extremadamente difícil de pronunciar, me imagino que en los demás estados se les dificulta.

—Olvídalo.
—Qué alivio, tenía miedo de pronunciarlo de nuevo, es más difícil que sacar 10 en Diseño.
—¿Qué estudias?— me dirigí hacia ella para seguir sacando mis cosas e instalarme.
—Diseño Multimedia ¿Y tú?
—Igual pero de Interiores.
—Seremos las mejores amigas, lo sé

Sonreí, es una chica linda con un gran carisma. La dejé un momento en la sala, me dirigí a mi cuarto para dejar mis maletas. Será algo difícil juntar los asuntos de mi padre, escuela de nuevo y mi vida social, saque algunos objetos de la caja, tome una foto de mi cumpleaños quince.

Cuando éramos una familia feliz y no saber de los negocios de mi padre, tomé la maleta y seguí desempacando. Mi celular sonó, la pantalla se iluminó con el nombre de "Víctor"

—Hola hermano, me tenías muy abandonada.
—Relajaté niña ¿Cómo ha estado tu nuevo hogar?
—No me quejó, es bonito pero con un toque de vintage, es acogedor.
—Sabía que te gustaría, Julio fue el encargado de encontrar el lugar cerca de la playa, te conoce bien.
—Yo también me sorprendo. Tengo que dejarte, debo de seguir con la mudanza.
—De acuerdo, yo sigo con mi vida de policía encubierto.

Colgué el celular, tengo varias tareas que hacer hoy, primero ir a la Universidad para inscribirme y mi horario para vivir de nuevo la vida con muchos trabajos rodando en mi mente, segundo, relajarme con Tamara. Tomé mi celular para salir de mi habitación, observé a mi compañera de cabellos castaños bailando mientras sacaba cosas de una caja de cartón.

—¡Hey Tamara!

Grité, pero fue en vano, usaba unos audífonos que usan los Dj's, estaba danzando al ritmo de la música que corría por sus orejas. Me acerqué a ella para tocarle su hombro.

—Uff... Victoria, no me espantes de esa forma—se quitó los audífonos y dejó su obligación de sacar las cosas de la caja—¿Ya estas instalada? —
—Desde hace mucho tiempo, quiero que me acompañes a la Universidad a matricularme ¿Quieres venir?
—¡Claro!

No me basto ni dos segundos que tomará mi iniciativa, dejó la música a un lado y tomo se celular para salir de nuestro piso compartido. Tengo que admitir que Julio consiguió un bonito lugar en Santa Mónica, mi residencia era la ciudad más poblada, aquí es muy tranquilo. Salimos del departamento, había muchos chicos patinando sin camiseta por las orillas de la playa, caminamos a la estación del camión.

—¿Estas nerviosa?

Dijo Tamara sacándome de mis pensamientos.

—Claro que no, estoy entusiasmada por iniciar un nuevo curso y convivir con más personas.
—¿Más personas?
—Bueno, he estudiado en casa, mi padre no aceptaba la idea de ir a estudiar en una escuela y mi madre insistió... Y aquí estoy.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2018 ⏰

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M A F I A |Nathaniel Buzolic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora