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La cara de Minseok es todo un poema.
Jongdae podría haberse echado a reír en ese mismo momento si no estuviera tan enfadado. Observa a su novio mirar alrededor claramente nervioso, intentando encontrarlo entre el gentío, y ve cómo sus amigos le preguntan qué le pasa.
Sinceramente, Jongdae ni siquiera está sorprendido. No es la primera vez que Minseok le miente. De hecho, es un hábito que tiene el mayor desde que empezaron a salir y que Jongdae odia. Él odia las mentiras, y su última relación hace un año acabó precisamente porque la otra persona le engañaba. También hay que decir que Jongdae es un chico muy crédulo y confiado, y no suele dudar de la palabra de nadie — si le preguntaran a Junmyeon, diría que es porque Jongdae mismo jamás sería capaz de engañar a alguien a quien quiere, y es lo suficientemente bueno para creer que otros tampoco lo harán; si le preguntaran a Kyungsoo, diría que Jongdae simplemente es muy tonto.
Pero gracias al hecho de que a Jongdae le engañan tanto, ha aprendido a clasificar las mentiras en grados de gravedad. Las mentiras de grado uno y dos son hechos cotidianos que le suceden casi a diario, como cuando Minseok le dice que ha sacado al perro –justo antes de que Jongdae se encuentre un regalito en la terraza–, o cuando Min "olvida" que ese día le tocaba a él hacer la cena.
Las mentiras de grado cinco y seis son más irritantes, pero no enfadan a Jongdae — se trata de Minseok, su adorable novio, después de todo. Estas podrían ser cuando el mayor pierde o rompe algo del moreno e intenta ocultárselo, y pocas veces puede Jongdae demostrar que ha sido Minseok. Tiene que admitirle que tiene maña.
Lo que Jongdae está viendo esa noche lo clasificaría en un grado siete, y plus, porque no está seguro de qué se propone Minseok exactamente.
De hecho, él ni siquiera se habría enterado de no ser porque coincidentemente Chanyeol trabajaba de DJ en ese club aquella noche, y le había mandado un mensaje preguntándole dónde estaba, ya que había visto a Minseok, y seguramente asumía que estaban juntos.
Jongdae quería darle a su novio el beneficio de la duda. Si bien no sabía qué hacía Min allí cuando le había dicho que se iba a casa de sus padres ese finde, era verdad que nunca le había engañado con otro, ni siquiera un beso — lo cual, según Byun Baekhyun, era extraño, ya que Minseok hyung es demasiado lindo y sociable para conformarse con alguien tan simple como tú.
(Por suerte no todas las relaciones son como la de Baekhyun y el pobre Chanyeol, quien no tiene ni idea de que su precioso novio se va comiendo la boca por los antros de Seúl con cualquiera que le parezca atractivo y le invite a más de dos copas. Pero oye, Jongdae no es del tipo de meterse en relaciones ajenas.)
Esto es algo que sabe a ciencia cierta: Kim Minseok nunca le ha puesto los cuernos.
Esa habría sido una mentira de grado nueve o diez, dependiendo del las veces y de las formas de ponérselos—pero Jongdae no quiere ni pensar en eso. Le trae malos recuerdos.
