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En cuanto el tick se vuelve azul, Jongdae deja el móvil en la mesa boca abajo, agarra el lápiz y mira al frente, pretendiendo que escucha al profesor.
Esta era la definitiva. Si Minseok le ignoraba, lo daba por perdido.
Llevaba semanas intentando llamar la atención del chico. Por fin, después de meses atendiendo a las mismas clases y observarle en silencio y entre suspiros, Jongdae había decidido que ya era suficiente. No podía ser tan patético toda su vida, debía dar el primer paso y superar su vergüenza. Se confesaría y saldrían juntos y podría cogerle de la mano y, quizá, hasta besar esas preciosas mejillas. Kim Minseok lo valía.
...Pero Kim Jongdae realmente era muy tímido.
Durante las últimas semanas había hecho pequeños avances con la ayuda de sus amigos.
Baekhyun le había llenado la cabeza de piropos sutiles y terriblemente vergonzosos que en un principio Jongdae se había negado a usar, pero que tras la insistencia de su amigo, había acabado soltando a media voz cada vez que se encontraba con Minseok.
Por supuesto, no volvía a mirarle a la cara en lo que restaba del día.
Incluso había conseguido su número de móvil, y de vez en cuando le enviaba alguna estupidez – o Baekhyun lo hacía, mientras él gritaba contra la almohada.
En ese momento le hubiera gustado tener una almohada a mano.
No transcurre ni un minuto cuando Kim Minseok se gira en su asiento y le dirige la mirada. Y Jongdae no puede evitar devolvérsela. Sus ojos son como imanes para él.
No sabría decir en qué está pensando. Su expresión es totalmente neutra y le mira a los ojos durante 5 segundos exactos –Jongdae cuenta en su mente–, para luego volver a su posición original, de frente a la pizarra.
Jongdae traga saliva pesadamente.
Lo ha arruinado, ¿verdad? Minseok finalmente se ha hartado de sus penosas indirectas. Esa mirada era sin duda la sentencia final.
¡Para qué escucha a Baekhyun!
Jongdae se encoge en su asiento y entierra la cabeza entre sus brazos. Bueno. Al menos ya puede dejar de hacer el ridículo con las notitas y los piropos de albañil.
Pero la vibración del móvil contra la superficie de la mesa le hace incorporarse de inmediato.
¿Será...?
Minseok: hoy a la salida de clase frente a las puertas
Minseok: no se lo digas a baekhyun, no quiero oír una sola frase de las suyas
Minseok: ah, yo también creo que eres muy mono jongdae :p
