Capítulo Uno.

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Adriel.

BIP-BIP

Maldita alarma.

La apague, directamente fui a el baño. Hice mis necesidades, y tome una ducha rápida.

Con una toalla en la cintura, me puse una camiseta blanca, unos pantalones deportivos negros, acompañado de unas Vans deportivas.

Bajé a desayuna, termine y fui a mí despacho, tengo mucho papeleo que revisar. Soy Alpha, alpha de los alphas. Mi manada es la más poderosa.

Trabajo, es lo que me define. Sin omitir que soy dueño anónimamente(nadie conoce mi identidad.) de compañías y empresas en la economía humana.

Dereck, mi beta y hermano entra.

— alpha, bueno dias. Hay algo importante que debe atender ahora.

Lo mire incrédulo. Arqueando una ceja. — ¿y qué podría ser eso más importante que mí manada y empresas?

Traga nervioso. Sabe que no me gusta ser interrumpido en mí  horario laboral.

— unos guerreros capturaron a la titi tina, y estan inseguros. Por lo que no...

Sorprendido lo interrumpo.
— que los transladen aquí, de inmediato, diles que lo ordena su alpha.

Asiente saliendo inmediatamente.

Minutos después entran, cinco personas Dereck, Martína, hermana de mí padre, con una chiquilla tomada de manos, y mis primos.

Un aroma a avellanas, chocolate y mentas, agradable llena la estancia. Caigo en cuenta que ...

¡¡Mate!! ¡¡Mate!! ¡¡Mate!!— interiormente exclama Lion's. Mi lobo.

—encuentrala, pedazo de idiota.

Inconsistente olfateo. El aroma proviene de la chiquilla con una capa roja, la cual cubre su cabellera rubia. Alcanzo a ver algunos mechones rebeldes salir de allí.

Serenamente, me levanto. Teniendo en cuenta que el color verde oscuro de mis ojos a cambiado a uno muy claro, neon.

Frente a la chiquilla. Me arrodillo a ella, tímidamente su pálida mano descansa en mi mejilla.

Flashes de lo que pasó y pasaron para llegar aquí, se representan como deapositivas.

Parpadeo incrédulo, la abrazo gruñendo un mía.

Todos miran expectantes y sorprendidos. Uno de los gemelos murmura un — ¡oh mierda!...

—Tina... ¿qué los trae por aquí?.

Baja la mirada. — Adriel... han atacado la manada. Somos los únicos sobrevivientes.

La miro muy sorprendido. — ¿Cuándo? ¿Y porqué demonios no tengo aviso de eso.?

Sollosa tomando asiento. — Fue muy repentino. Ayer por la tarde. Estuvimos camino aquí. Pero no...nadie quedo vivo. Solo nosotros.

Asiento, la chiquilla pasa a estar a su lado. Me levanto. — bien, tina. Seran parte de mi manada, la niña es mi luna. Hasle una ficha, tina. Más tarde la buscare. Mientras tanto. Se les asignara una habitación a cada uno, excepto a mi luna, ella descansara en mi habitación.

Maldición, mí mate es una chiquilla.

— tía, lamento esto.

Asiente, llorando.

—ahora, una de mis criadas, vendrá y los llevará a sus habitaciones.

Salgo por la ventana. Da directo al bosque necesito pensar.

Me deshago de mi ropa, para poder transformarme y corro.

Corro.

Corro.

Corro hasta no poder más.

¿por qué diosa?...

¿por qué una niña?...

¿porqué una maldita mocosa?...

Pare, en el acantilado de el renacimiento. 

Allí me sente, a un lado había una cascada. Tomé agua de allí, me destransforme y vesti. ¿Cómo?, en cada díez arboles hay una muda de ropa.

Estuve ahí, hasta que el sol cayó. Y el resplandor de la luna me abrazo. Regrese, a la mansión.

Subi directamente a la habitación. Entre sin aviso quitando la camiseta.

Sus ojos zafiros, ese hermoso mineral me miraba expectante e intensamente. Sus ojos devoran mí alma, hasta dejarme débil y expuesto.

Tenía una pequeña pizarra y un marcador, por lo que me mostró atraves de no sé cómo coño. Ella no habla, debido a un trauma psicologíco, porque presenció la trágica muerte de sus padres.

Escribe por un momento —¿estas molesto porque soy una chiquilla?.

Negue— contigo no, con la diosa sí.

—¿cómo te llamas?

Extendi mi mano derecha en forma de saludo. La tomó.
— Adriel Blackheart. Alpha, de alphas. Y alpha de la manada más poderosa.

— Soy tu luna, y no quieres a una mocosa como luna. ¿Me rechazaras?.

Mi corazón se estrujo, hace tiempo no sentía. Negue— ¿crees que te dejare ir después de todo?...—Reí con burla.
— ¡oh no mocosa, claro que no!

Asiente. —bien, sarnoso.

Gruñí — si no mal recuerdo. También eres un sarnoso. ¿Alguna otra pregunta?

¿eres mío? — cuándo escribió eso, mí lobo aulló, de alegría.

Maldito blando.

Asenti. —lo soy. Así cómo tu eres mía.

—bien, pulgoso.

—¿quieres dormir?

Asiente.

—bien, pulgosa.

»Mí pulgosa«

En multimedia se encuentra Adriel. Como ya dije, cambiare muchas cosas de la novela.

Espero y les guste.

Porfis, una estrellita.
Eso me haría muy feliz.

...

Mi Pequeña Mate [En Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora