El Caído |PAUSADO|

El viaje

Josh

En cuanto dejé a Miranda con los angeles de inmediato salí hacia Argentina, tenía que apresurarme a llegar a ver a Jackelin, estaba en un vuelo hacia Argentina valla que para un ángel es una experiencia bastante rara viajar en avión en vez de usar sus alas, pero como un caído mis alas ya no sirven para volar, llegaría mucho más rápido si aún me sirvieran mis alas.

Dos horas después

Pasaron unas cuantas horas y ya estaba llegando a Argentina una vez ahí de inmediato me dirigí hacia la casa de Jackelin ella estaba viviendo como una humana más, no me gusta mucho la idea de interrumpir su vida normal pero no queda otra opción, por fin había logrado dar con la casa de Jackelin era una casa bastante grande me acerqué y toque el timbre, en ese momento Jackelin abre la puerta y me dice.

-¿Josh? ¿Eres tú? ¿Que haces aquí?
Estaba sorprendida se notaba en su voz aunque sonaba preocupada.

-Hey Jackelin qué bueno verte.

-Que haces aquí Josh, acaso te mandaron por mi.

-Quien me mandaría acaso no sabes que soy un caído.

-Claro que lo se, bueno supongo oí rumores pero no sabía si eran reales.

-Pues son ciertos, estoy desterrado robaron un libro prohibido del cielo y y yo fui culpado.

-Y para que viniste aquí, que no ves que ya dejé la vida de ángel atrás.

-Si es lo que veo parece que te va bien.

-Claro me volví Política, de echo una muy importante e influyente.

-Quien lo diría, Jackelin, mi ex la Angelita más desobediente de todo el cielo, ahora es una política importante.

-Sabes que nunca nos gustó el cielo Josh, aquí tenemos más oportunidades aunque parecemos humanos de 20 años.

-Si nos vemos jóvenes a pesar de tener millones de años de edad.

-Si y para que viniste aquí Josh.

-Se que aún tienes contactos en el cielo y con muchos caídos en las tierra necesito que investigues algo.

-Que quieres saber ahora Josh.

-Que libros fueron robados del cielo y el infierno y como abrir un baúl que los contiene o como cambiar el portador del baúl.

-Mmm, okey dame unas horas y tendrás tu respuestas, Josh no te metas en líos deja eso, sé feliz aquí como yo, podrías quedarte aquí con migo, no tendrías problemas aquí.

-No Jackelin, sabes que nunca me a gustado estar en un lugar por mucho tiempo aparte ahora tengo que ayudar a alguien.

-Okey regresa al rato y te tendré las respuestas.

Varias horas después

Volví a casa de Jackelin esperando que ya tuviera respuestas de que es lo que busco, Jackelin estaba en la puerta esperándome su cara me decía que no podían ser noticias buenas.

-Que sabes Jackelin, que descubriste.

-Josh es peligroso tratar de salvar a la persona que tenga el baúl.

-Como sabes que la quiero proteger.

-Te conozco Josh, tu proteges a las personas, cuando me iban a desterrar tú me defendiste a pesar de que también te podían desterrar.

Me quedé callado ya que ella no sabía que ya no era esa persona, Lucifer me había cambiado ya no era yo así.

-Bueno mira Josh el baúl no se puede cambiar de portador a menos que el portador anterior muera, y solo son rumores pero puede que los libros sean el libro de Enok proveniente del cielo y el libro necronomicon proveniente del infierno, Josh es peligroso no te recomiendo ir.

-Te sigues preocupando mucho por mí, ya no soy el mismo ángel de antes eh cambiado, pero debe haber alguna manera de abrir o romper el baúl verdad.

-Creo que solo alguien del infierno puede, pero no alguien cualquiera debe ser un demonio de alto rango y solo se puede destruir con armas del infierno o el cielo.

Tal ves yo podría destruir el baúl después de todo yo había sido entrenado para ser un demonio y fue el mismísimo Lucifer quien me entreno.

-Okey, gracias Jacky, cuídate.

-Hace mucho que no me decías así Josh, igual cuídate, no te metas en líos.

-No prometo nada.

Ya había logrado conseguir lo que quería sabía cómo sacará a Miranda de todo esto, estaba saliendo de casa de Jackelin pero en ese momento sentí como me jalo del hombro me gire para ver que quería y se lanzó y me besó, no sabia porque lo hizo pero no me queje.

-Y eso porque.

-Por los viejos tiempos.

Solo le sonreí y me retiré del lugar tenía que volver rápido.