deafness - larry

Antes de las declaraciones.

El rizado se levantó muy temprano, como constantemente había estado haciendo, en realidad, desde hace algunas semanas atrás.

Empezó a notar a cierta persona...

Provocaba la dilatación de sus pupilas.

Los niveles altos en su presión.

La elevada cantidad de oxitocina que producía constantemente y cada vez que lograba verlo.

Y por último, la razón de la sonrisa que se estiraba ancha y orgullosa en sus pómulos marcados, afilados.

Lo descubrió un día como cualquiera...

Enfadado por llegar unos cuantos minutos antes giró en uno de los desérticos pasillos, sin tener la menor idea de que ahí mismo se encontraba un angelito, de carne y hueso..

Hasta que lo vió.

Cabello castaño, con una cintura levemente ceñida.

Labios finos, dando una apariencia suave, dulce.

Las arrugitas que se le hacían al sonreír, un acto tan bonito, sublime.

No podía creer lo que su vista le dejaba apreciar.

Y se sintió suertudo de no haber nacido con ningún defecto en los ojos que pudiera opacar el panorama que lo dejó sin aliento.

Entonces, y por primera vez... Supo lo que era el amor.

Y era hermoso.

Se podría decir que tuvo un leve cariño, hasta convertirse en algo que llamaría amor.

Los apenas cinco minutos que habían pasado en ese breve lapso de tiempo terminaron siendo el recuerdo más preciado entre las memorias del ojiverde, soñando con aquel rostro angelical que no podía sacar de su cabeza.

Y así empezó, buscándolo, hasta "espiándole", más siempre terminaba con una pequeña desilusión pues, ¡El chico nunca se daba cuenta de que Harry lo observaba! y siempre se le hacía muy extraño.

No era que se creyera la gran cosa.

Pero tampoco pensaba que fuera tan fácil pasar desapercibido.

Hoy... Y como habitualmente hacía, abrió las puertas de la escuela.

Vacío, como siempre.

Recorrió los pasillos, hasta llegar a uno.

Hasta llegar a el pasillo.

Se escondió en la esquina de un casillero, y revisó la hora.

6:35 am, perfecto.

Todo estaba en completo silencio, lo cual era perfectamente normal.

No esperó mucho cuando empezó a escuchar el pequeño repiqueteo de pasos, tan sutiles que apenas podía oírlos

Y ahí estaba de nuevo.

Ahí estaba su razón de levantarse temprano todas las mañanas.

Ahí estaba el causante de todas las sonrisas que llegaban de la nada cuando nadie lo veía.

El pequeño y delicado chico de cabellera castaña.

Observó como éste, sacó todos los libros de su casillero, tomando algunas cosas que no estaba seguro para que las necesitaba, pero eso era lo de menos.

Y como de costumbre...

Admiro la linda manera en la que movía sus caderas al compás de sus pies, alejándose.

Se sentía... Realmente estúpido.

Estúpido y cobarde.

Llevaba mucho tiempo con esto, y no podía aguantar más.

Ya no podía quedarse callado.

Estaba decidido.

Le diría sus sentimientos al bello chico de cabellera castaña.

♡♡♡

ehmmm, bueno hace rato que no pasaba por aquí..

esta es mi historia perfecta, ideal..

un mundito rosa dónde todo está bien.

será una lectura bastante cursi la verdad, ojalá alguien quiera leerlo.

y sobre las actualizaciones, no sé, estoy en el proceso de arreglar todos los capítulos, eso.

supongo que nos vemos hasta la próxima¡¡¡ ♡♡♡