Capitulo VIII

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Mavis Vermillion es ahora una niña de 13 años. Ella llevaba un vestido con volantes, color rosa en capas con una cinta roja atada en un arco alrededor del cuello. Alrededor del pecho hay tres patrones de diamantes azules con dos triángulos azules arriba. Cada serie de estos se describe con un color rosa brillante. Lleva unos adornos en forma de ala alrededor de sus orejas y pequeños aretes de aro. Se sentó en un árbol tarareando alegremente mientras su largo cabello rubio ondulado fluía con el viento.

-Mavis: ¡Hoy es un día hermoso también! no lo crees Natsu!? - dijo la jovencita

-Natsu: tienes razón niña - dijo mientras una brisa golpeaba su rostro - pero no te olvides que hoy es tu turno de limpiar la biblioteca ¿recuerdas? - dijo levantando una ceja

El joven pelirosa recostado bajo el mismo árbol donde estaba subida la joven que estaba admirando la vista hacia que tenia hacia el mar, llevaba una túnica roja carmesí  con una serie de símbolos dorados en el cuello y descendían hasta su espalda, junto con unos pantalones negros mientras estaba descalzo.

-Mavis: ...ya lo se, no tienes porque recordarmelo - dijo inflando los cachetes y haciendo un puchero lo cual la hacia ver adorable y provocaba una sonrisa en el pelirosa

-Natsu: eso dices siempre pero luego el que lo termina haciendo soy yo maldita mocosa - dijo mientras  sacudía la cabeza

Sintió algo similar a una gentil brisa en un día cálido recorrer su cuerpo. Era un sentimiento placentero; era tan cómodo que se olvido de que estaba preocupado hace unos momentos. Su cuerpo sintió un hormigueo por un momento y después calor lentamente recorrió su cuerpo que se filtraba a través de la copa de los arboles. El incluso sintió que su humor había mejorado.

-Mavis: dime Natsu, siempre me pregunte porque tu apariencia no cambio en nada desde el día que nos conocimos - dijo la joven mirándolo a los ojos

-Natsu: bueno ... la verdad no tengo idea, creo que es debido a mi naturaleza ... solo se que no puedo envejecer, e permanecido solo durante mas de 300 años - dijo vagamente - tal vez sea un castigo que merecí - dijo serenamente

-Mavis: ehh, 3-300 años ... no me extraña que seas así de gruñón - dijo la joven ganándose un bufido por parte del pelirosa - no te preocupes, sabes que ahora me tienes amí y siempre estaré a tu lado - dijo con un rubor en su rostro que rápidamente giro su cabeza para que no se diera cuenta

-Natsu: ... gran consuelo viniendo de una mocosa, pero ... gracias - dijo honestamente mientras acariciaba su cabeza - "quizás en unos años se convertirá en una hermosa mujer que cualquier hombre mataría por estar, es interesante ver como pasa el tiempo observando el crecimiento de otros y viendo a donde llevan sus ambiciones" - pensó para si mismo

-Mavis: bien, vamos que tenemos mucho por hacer hoy - dijo la joven mientras jalaba del brazo del pelirosa

-Natsu: espera, cual es el apuro si total tenemos todo el día, diablos de donde viene toda esa energía tuya - dijo mientras se encogía de hombros 

-Mavis: tu lo que haces todo el día es comer y dormir, la verdad me sorprende que no hayas engordado - dijo de una manera desconcertada

-Natsu: que puedo decir, tengo un rápido metabolismo - dijo suspirando

A medida que se dirigían a la biblioteca lentamente a causa de cierto pelirosa, mientras la pequeña estaba saltando en círculos alrededor de él estaba perdiendo la paciencia y apunto de reprenderla para que deje de hacer eso. Cuando al fin llegaron a la biblioteca se separaron cada quien por su lado para empezar a trabajar, cuando el joven llega al armario para sacar el trapeador y una cubeta tiene la sensación que se esta olvidando de algo pero no puede recordar que era. Al momento de empezar a trapear esa sensación se hace mas y mas fuerte cuando mira alrededor se encuentra con una mirada fija y expectante de la joven que estaba en un rincón, ahí se da cuenta lo que sucedía.

END: El lamento de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora