23 | Haz el Amor, No la Guerra

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Olivia

Cuando abro los ojos, me siento desorientada por un momento antes que me entre todo corriendo. Nico está prácticamente dormido encima de mí, abrazando mi cintura como si fuera una almohada, y cuando me trato de mover, me doy cuenta que realmente necesito usar el baño antes de que mi vejiga explote.

"Nico," susurro, corriendo mis dedos por su pelo rubio.

"Hm," contesta dormilonamente.

"Necesito usar el baño," le informo.

Sus ojos destellan abiertos al mirarme, y me recuerda a la primera vez que lo desperté después de pasar la noche en su casa. Me sonríe perezosamente al darse cuenta que me tiene sujetada a la cama, y me rueda encima de él al otro lado de la cama para que pueda salir.

"Apúrate," él murmura tan pronto como me salgo de la cama.

Me río al salir de la habitación para ir al baño justo afuera, esperando no toparme con alguien ya que traigo puesta una pijama corta. Por suerte no hay nadie, y me doy cuenta que debe ser temprano si no hay nadie despierto todavía.

Cuando regreso a la habitación veo a Nico revisando su teléfono, pero rápidamente lo suelta cuando me acerco y recorre las sábanas para que entre a la cama. Me meto adentro contenta, absorbiendo el calor emanando de él.

Él acaricia mi cuello con su nariz mientras sus brazos fuertes se envuelven alrededor de mí, y electrifica mi cuerpo entero. Creo que quiso ser inocente, pero su roce despierta un deseo grande en mí. Inmediatamente pienso en anoche y lo increíble que se sintió cuando nos besamos.

"¿Qué quieres hacer hoy?" Sus palabras cosquillean contra mi piel, y tengo que morder mi labio para no gemir. Me está haciendo una pregunta seria, y todo en lo que puedo pensar es en pasar el día con él en la cama. Pero luego recuerdo dónde estamos y la razón por la que venimos, y estoy segura que quiere pasar tiempo con su hermana y Adrián.

"Lo que tú quieras," contesto, tratando de mantener mi voz nivelada.

Nico levanta la cabeza para mirarme y me da una sonrisa traviesa. "Si fuera por mí, no me saldría de esta cama."

Suelto una respiración profunda que no sabía que estaba guardando. Sus ojos se vuelven oscuros al mirarme con curiosidad, y luego recorren bajo mi cuerpo. Su escrutinio intenso causa que mi respiración se acelere aún más cuando su mano agarra mi cintura. "¿Quieres eso también?" pregunta como si no lo creyera.

Asiento con la cabeza, sin poder encontrar mi voz esta vez. Él gime y su mano libre sostiene mi cara mientras me besa suavemente en los labios. Lo hace solamente una vez, antes de continuar bajo mi cuello, besando cada lugar a lo largo del camino.

Se me corta la respiración, y arqueo mi cuello para darle mejor acceso. Él mordisquea la parte sensitiva bajo mi oreja, y de inmediato siento un calor esparcirse por mi cuerpo. Se intensifica cuando cambia de posición, y pone su peso encima de mí.

Envuelvo mis brazos alrededor de él, queriendo que se quede ahí para siempre. Se siente tan increíble, y me pregunto por qué no hemos estado haciendo esto todos los días.

Unos sonidos se filtran por mis pensamientos, y me toma un tiempo registrar que vienen de afuera de la habitación. Cuando son seguidos por voces, Nico se tensa y me deja de besar al instante.

Se voltea hacia las puertas francesas, y veo la decepción en su cara cuando se da cuenta que no son contra ruido. Si nosotros los podemos escuchar, significa que ellos nos pueden escuchar a nosotros también. Él maldice y baja su cabeza contra la almohada con un suspiro profundo.

Amando A OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora