Sus planes se vinieron abajo al ver a otra persona en aquel lugar y no podía negar que sintió como si alguien estuviera invadiendo un lugar íntimo que solo él conocía, que le pertenecía. Aunque aquello era estúpido, pues había pasado tiempo desde la última vez que estuvo allí pero no podía evitarlo, no podían culparlo. Ese lugar había sido alguna vez su escondite, su lugar de inspiración.
Giró su cuerpo, decidido a volver a casa pero su paso se vió obstaculizado por una piedra, la cuál no había notado, provocando que se cayera bruscamente y prácticamente besara el suelo.
Ante el ruido que provocó la caída y el quejido de dolor que éste soltó, hicieron que el cuerpo del pequeño rubio diera un salto por el susto. Sorprendido apoyó uno de sus brazos mientras levantaba un poco su cuerpo y giraba su cabeza hacia atrás para ver lo que sucedía. Encontrándose con una cabellera teñida de un azul algo desgastado por la falta de cuidado quién estaba vestido completamente de negro, lo que resaltaba la palidez de su piel y eso era lo poco que podía decir al ver aquella incómoda posición en la que el desconocido se encontraba, su cuerpo yacía boca abajo sobre el suelo y no pudo evitar la involuntaria risa que salió de sus labios, pues aquello le daría gracia a cualquiera.
Ante la repentina risa, el que yacía en el suelo se levantó rápidamente comenzando a sacudir todo el polvo que se encontraba en su ropa. Su seria expresión no cambió en ningún momento como si lo anterior no hubiese sucedido, lo que provocó otra risa más estruendosa y ya no involuntaria por parte del pequeño a unos metros, quién tapaba su boca con sus pequeñas manos y trataba de calmarse como podía pues su estómago ya comenzaba a dolerle un poco.
Sin siquiera dirigir su mirada hacia el que se burlaba, giró su cuerpo, ésta vez decidido finalmente a irse a casa. Pues a pesar de la seria e indiferente expresión en su rostro, internamente se encontraba humillado y avergonzado. Pero aquello nadie podría notarlo, siempre era de esa manera y no es como si él estuviera dispuesto a dejar que alguien lo notara.
El pequeño a unos metros quién acababa de calmarse, ahora observaba que el extraño comenzaba a alejarse, por alguna razón sin explicación sintió que debía deternerlo. Después de todo, se sentía un poco mal por haberse reído tanto de él.
— ¡Oye! —el de cabellera azulada detuvo su paso al escuchar una adorable voz viniendo de detrás de él.
Giró su cabeza hacia atrás para dirigirle su mirada, sin abandonar su característica expresión. El rubio se levantó rápidamente de su lugar colocándose la mantita amarilla sobre sus hombros para cubrirse del frío de aquella noche.
— ¿Te irás? Tú... Mmm... ¿No quieres quedarte un rato más? —preguntó mientras una tímida pero cálida sonrisa se extendía en su labios.
Ante ello, el otro no supo cómo reaccionar, le había sorprendido. Pensó que la mejor decisión era ignorarlo y volver a lo que tenía pensado hacer. Había pasado tiempo desde la última vez que había hablado con alguien o incluso estado en la compañía de alguien, no estaba preparado para esa situación, no lo quería y menos con un extraño. Sin embargo, su cuerpo no obedeció a sus pensamientos y sus pies comenzaron a guiarle hasta aquel rubio quién seguía sosteniendo una sonrisa en su rostro.
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No quiero hacer capítulos largos :'v
Gracias por leer! ❤
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Serendipity » y.m
Fanfiction(s.) Hallazgo afortunado e inesperado que se produce de manera accidental o causal. "Él lo miró, el otro contestó con un suspiro, y el universo conspiró para abrazarlos." Al final, su encuentro fue... ¿Destino o casualidad? »En dónde, Jimin será u...