Cartas de Amor

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¿Recuerdan esos tiempos en los que el celular no existía? La gente se confesaba y expresaba en cartas, o para los más valientes; en cara a su amado/a. Aún así hay varias maneras, uno puede dejar un mensaje Hasta en la ventana o en el cielo con esos aviones que escriben el techo azul de la tierra con su delicado y tan vigorosas curvas y maniobras.

Quizá los mensajes más simples que recibí son los que a su manera te generaban una serie de cálculos en la mente, buscando respuestas complicadas, que muy en el fondo sabía que no existían.

Este es el segundo día, yo había tenido la esperanza de que esto seria algo temporal, como un mal sueño. Pero sin falta esa mañana mientras desayunaba mi celular, como si fuera un verdugo infiltrado en mi vida, me entrego estos dos mensajes, que para mi horror, eran sumamente dulces y cariñosos.
¿Por qué para mi horror? No es que sea antipático ni un malhumorado, pero sentía que esas tiernas palabras, me devoraban por dentro como un parásito malicioso.

Estos fueron los mensajes:

Kyo: ¡Buenos días! >w< [08:34AM 08/03/2017]
Kyo: Esperame hoy iré contigo ;) [08:36AM 08/03/2017]

¿Vendría conmigo? Realmente debo estar mal. Ya no recuerdo como fue que llegue al colectivo, solo sé que lo hice y trataba de relajarme en este vehículo  tan abrumado de gente.
Antes de bajarme pude escuchar muy claro que alguien me llamaba, pude escuchar mi nombre, pronunciado de los labios de una niña de no más de 17 años.
A todo esto olvide decirles, o decirme, como me llamo. Bien solo diré mi primer nombre, ya que lo demás es totalmente irrelevante, soy Will. Entonces ya aclarado esto puedo asegurarles de que Kyo me dijo "Will" segundos antes de bajarme.
¿Dije Kyo? Lo siento, la confusión, ya que podrían tener la misma edad deduje que fue ella, algo imposible realmente.

Ese día al entrar al salón no pude haberme sorprendido más. El pizarrón tenía escrito en grande las iniciales K y W, adornadas dentro de un corazón, y con multitud de flores dibujadas a los lados, similar a las flores rosas y amarillas que venden a unas cuadras de aquí. ¡Pero vamos! ¿Podrían ser cualquier tipo de flores no?

Nadie le dio mucha importancia, incluso el profesor, cuando entro sólo dio un reproche de que los niños de ahora hacen macanas y juegan en todos lados. Ya que bueno después de todo ese salón era usado por mucha gente, incluso a la noche solían usarlos el curso de química para unos ensayos con sus líquidos burbujeantes y muestras de quien sabe que.

No paso mucho tiempo en mi pupitre cuando vi que en la mesa, de entre todos esos dibujos y anotaciones que hicieron traviesos alumnos durante el pasar del tiempo, había una frase reciente, y una muy clara, decía : "Sentemosnos juntos",no decía nada mas, ni una inicial o una fecha, solo eso. Y no parecía contestar ninguno de los otros textos en la vieja madera.
No quise pensar que era para mí, pero mi mente no se podía centrar, aunque intentaba prestar atención No logre retener nada de la clase, de poetas y de ecuaciones, mi mente simplemente estuvo ausente en ese periodo.

Ya en el primer receso todos salían a estirar las piernas o comprar algún bocadillo, solo algunos se quedaban a charlar de su vida, de la serie y la novela, o del chisme más reciente sobre alguien del instituto.
¿A cual grupo pertenecía yo? A uno pequeño de 5 personas que se quedaban dentro charlando y haciendo tiempo, lo componían dos amigos Sebastián y Raúl, que habían invitado a Nay y Melanie a nuestro humilde grupo, todo porque ellos dos discutían de quien se quedaría con Melanie, pero por suerte ellas eran más sociables y amistosas de lo que parecían. Yo no destacaba mucho, solo compartía risas y algún que otro comentario sobre lo que estuvieran hablando.

A pesar de que no soy del tipo que le gusta socializar y perder el tiempo, me habría gustado que eso siga así mas tiempo, pero no pudo ser así. Cuando estábamos saliendo vi por la entrada del rejal enorme que da a la calle, a una joven que saludo y se dio la vuelta, no pude notar mucho más ya que en ese mismo instante en que se dio vuelta un autobús paso a toda velocidad y borro su imagen de mi vista... Y no me refiero a que paso detrás de ella, no... juro por lo que vieron mis ojos que la arrastró del camino, quise acercarme a ver pero el celular estaba sonando como loco, no se hace cuanto, pero sentía que debía atenderlo. Esa llamada me despertó de un shock para llevarme a otro.
Del otro lado de la llamada se escuchaban pájaros silbando y gente hablando, muy de fondo el paso de los vehículos por la avenida, colge al pensar que era una broma pero gire mi cabeza al escuchar el trino de unos pájaros en un árbol junto al camino de baldosas, en el cual un grupo de estudiantes hablaban y reían sobre algo que no me incumbía... Me habrá llamado alguno de ellos? No conocía a ninguno, pero me decidí a marcharme al ver unas cuantas flores amarillas en las raíces del árbol, al parecer celebraban la primavera o algo así, no me importaba y solo me dirigí a la salida, esperando encontrar multitud de gente por el accidente ocurrido, pero no había ni multitud, ni accidente.
El pavimento de las calles sólo contenía la suciedad de las ruedas que pisan frenéticamente y sin faltar ni un día ese rocoso camino.

Llegue a mi casa como si hubiera cometido un robo, y miraba hacia todas las direcciones esperando ver, o mejor dicho, no ver a nadie ni nada.
Sólo entre y tome una ducha mientras deje el celular apagado en la mesa.

Como dije antes, las cartas de amor, o mejor dicho, los mensajes, se pueden dar de varias formas, un dibujo te transmite algo, una obra de Picasso por ejemplo estaría llena de emociones y pasión. Pero... Como en las obras de teatro o películas, los hechos también transmiten algo. Algo que quizá es demasiado profundo para llegar a entenderlo sólo la primera vez.

Mi Novia KyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora