Capitulo 17

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-No sabes cuánto te agradezco lo que estas haciendo, Ava -Andrómeda me sonrió a través de las lágrimas en sus ojos-. Eres una buena chica –

Mire con discreción a nuestro alrededor, no era seguro hablar de Sirius en el medio de Hogsmeade.

Le había dicho que, si teníamos que hablar sobre él, lo llamara Canuto u Hocicos.

-Me alegro de haber podido juntarlos otra vez -le sonreí-. Desde que Canuto escapó ha estado muy solo, solo nos tiene a mí y a Remus, el chico piensa que es el responsable de lo que paso con sus padres. Solo necesita un poco de esperanza -

-Yo creo que ya encontró la esperanza que estaba buscando -me lanzo una mirada llena de insinuaciones que decidí esquivar, concentrándome en hacer otra cosa

¿Tan obvio era?

[...] Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería; Escocia [...]

Las vacaciones de navidad terminaron y había llegado el momento de volver.

Ya me gustaría a mí estar en estos momentos devorando una buena comida en el gran comedor con todos los alumnos, pero todo lo contrario a eso, me encontraba corriendo en dirección al bosque prohibido tratando de aguantar.

Esta sería la segunda luna llena que pasaba en Hogwarts y nada peor que sea justo en la vuelta al colegio.

Deje de correr por el dolor intenso que estaban causando mis costillas, parecía que querían quebrarse y salirse de mi débil y tembloroso cuerpo.

Intente regular mi respiración, pero se me estaba haciendo difícil lograrlo con todos mis sentidos intensificados al máximo.

Busque apoyo en uno de los árboles solo concentrada en mi respiración, con el silencioso canto de los grillos y la oscuridad del bosque acompañándome.

Pum-Pum...Pum-Pum

Eso era todo, los latidos acompasados siguiendo el ritmo de mis respiraciones lentas y profundas.

Pum-Pum-Pum-Pum...Pum-Pum-Pum-Pum

Solo que esos no eran mis latidos y tampoco mis respiraciones.

Me reincorpore del árbol en el que estaba apoyada y gire mi cabeza con rapidez hacia el lugar en el que había escuchado el sonido de ramitas quebrarse.

Un aroma particular llego a mí, advirtiendo la llegada de alguien conocido.

-Se que estas ahí -hable levantando la vista al cielo estrellado, hacia la luna poco visible

El dolor en mis costillas volvió con más fuerza, enviando una fuerte punzada que recorrió toda mi columna

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El dolor en mis costillas volvió con más fuerza, enviando una fuerte punzada que recorrió toda mi columna.

Me encorvé ante el dolor repentino, casi inconsciente de que la otra presencia se acercaba a mí, hasta que sentí el calor confortable de sus manos agarrando las mías.

Aᴍʙᴀʀ ◈ Sɪʀɪᴜs.Bʟᴀᴄᴋ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora