One last thing [Dark ShikaHina]

II. Destello carmesí

Disclaimer: Naruto no me pertenece, es propiedad de Masashi Kishimoto.

Rating: Va a comenzar siento T+ pero probablemente suba a M.

Aviso importante: Conforme avance el fic, se van a abordar temas no aptos para todo público, se recomienda que no lean menores de edad o personas sensibles a ítems como violencia, sexo y muerte de personajes.

Éste fic se inspiró de una canción llamada Infra-red de Placebo, si pueden escucharla sería genial, pues el odio, las ansías de venganza y persecución de las que habla la canción trato de plasmarlas en la historia.

Habrá fragmentos de algunas canciones de éste tipo al inicio de algunos capítulos, traducidos por mi (digo por si ven distinta la traducción xD).

Se recomienda discreción al lector.

"Una última cosa antes de que deje el planeta.

Seré el único que te hará arrastrarte."

Infra-red / Placebo

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II.

Destello carmín

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Las heridas nunca sanan por completo, pero el tiempo se encarga de proveer consuelo y resignación, de manera que solo queden cicatrices; algunas más sensibles que otras, pero al menos nos permiten sobrevivir.

Un par de golpes sacaron a Kurenai de su estado de ensoñación, había estado regando sus flores pero ésta vez se había sumido en un estado de melancolía similar al que sintió cuando murió Asuma, su pareja y padre de su hija Mirai. Algo estaba pasando, pero no tenía idea de qué se trataba.

Se dio prisa en abrir la puerta.

— Buenos días Shikamaru-kun, ¿Qué te trae tan temprano? — Saludó la mujer de negra cabellera y le permitió el paso.

— Venía a traer unas hierbas que recién cosechamos en los terrenos Nara, sirven para prevenir el resfriado y ayudan a las defensas. Pensé que le ayudarían a Mirai-chan y a usted. — El chico le extendió la bolsa de papel a la mujer, quien las tomó con una sonrisa.

— Eres muy protector con Mirai-chan, te lo agradezco.

— También traje galletas y unos dulces — Mostró otra bolsa y una sonrisa traviesa adornó el rostro de él.

— También la conscientes demasiado. — Señaló Kurenai mientras Shikamaru sacaba las cosas en la mesa de la cocina. — ¿Hoy no trabajaste?

— Pedí el día libre cuando supe que Mirai estaba enferma — Dijo mientras la mujer lo invitaba a sentarse —. Pasó una mejor noche, creo que solo necesita un poco de descanso. — ¿Qué le dijo el médico? ¿Necesita más medicamentos?

La mujer sonrió enternecida.

— Creo que un día serás un gran padre, Shikamaru-kun.

Él se sonrojó y desvió la vista.

— No sé por qué lo dice, soy un flojo, pero la verdad me preocupa mucho todo lo que le pase a Mirai-chan.

— Y por eso mismo lo digo, en estos momentos está mejor, fue un leve resfriado. — De pronto una pequeña melena negra llegó corriendo a abrazar las piernas de Shikamaru.