XX. Deseos

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Alzo los pies por encima del respaldo del banco. Miro hacia el cielo y busco algo en él. Con dificultad alcanzo a observar una pequeña estrella. Tiembla, asustada, sola en mitad de la oscuridad. Por un instante, a su lado, pasa una estrella fugaz. Cierro inmediatamente los ojos y pido un deseo.
Su fuerza es débil, tenue, pero siento que las palabras que rondan por mi cabeza son de verdad.
Vuelvo a mirar a la nada, y eso mismo hay. La pequeña estrella ha desaparecido, al igual que todas mis ganas de volver a casa. Quiero quedarme tumbada boca arriba en este frío invierno. Mi piel grita, pero no va a conseguir que vuelva al infierno.

Lluvia de papel© (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora