"These dreams go on when I close my eyes" (& Ed Sheeran)

Capítulo 2: "Un encuentro inesperado"

Pasaron los días volando y ni siquiera me alcance a dar cuenta cuando ya estábamos a un día del gran suceso y ¡yo aún no compraba su regalo! Esa mañana me levante rápidamente, tomé una ducha, me arregle y me dirigí al centro comercial lo más rápido que pude.

 Mientras  iba caminando y mirando las vitrinas para hacerme alguna idea de que podría regalarle, me resbalé, perdí el equilibro y en un abrir y cerrar de ojos choque con alguien que iba pasando. Ambos caímos al suelo y  me sentí muy avergonzada, no sabía qué hacer, quise levantarme de inmediato pero al mirar hacia adelante me perdí por un momento al ver sus brillantes ojos azules.

-Lo siento –dije con un hilo de voz

-La culpa fue mía, debí haberme fijado por donde iba - dijo el pelirrojo mientras se levantaba-.

-yo también, si tan solo hubiese visto el letrero de “precaución piso mojado”  - sonreí algo nerviosa

-  No te preocupes, a cualquiera le pasa, permíteme ayudarte – sonrió y luego extendió su mano hacia mi

- gracias – tome su mano y con su ayuda me levante del suelo.

- ¿Te encuentras bien? – me pregunto mientras me miraba algo preocupado.

- si lo estoy – sonreí, mientras me arreglaba la ropa

- me alegra –sonrió-   lo mínimo que puedo hacer después de esto es invitarte a tomar un café o algo así

- Me encantaría aceptar la invitación pero fue mi culpa, así que yo invito – dije esperando su respuesta.

- No. insisto, para mí no es ninguna molestia – sonrió-

- ¿enserio? –Lo mire a los ojos- bueno si insistes –sonreí- ¿Cómo negarme?

- a propósito, ¿Cómo te llamas? –Me miro a los ojos-

- mi nombre es Chelsea, - sonreí- ¿y el tuyo?

- Yo soy Ed –sonrió-  

- mucho gusto –estreche su mano-

-El gusto es mío – tomó mi mano y la besó

Me quedé en silencio mientras lo miraba a los ojos, eso fue muy tierno e inesperado, definitivamente no lo vi venir.

-¿A dónde te gustaría ir? – me dijo, interrumpiendo mis pensamientos.

- mmm… no lo sé, la verdad conozco varios lugares… -comenzó a sonar mi celular-  ¡maldición! ¿Por qué justo ahora?  Me dije a mi misma mientras lo dejaba sonar

- debe ser importante –  me miró

- si… tal vez lo sea, ¿me esperas un momento? – tome el celular, me aleje un poco de él y contesté- ¿hola?

- ¡niña! ¿Dónde estás?  Necesito que distraigas a Isabella mientras arreglamos su fiesta para mañana.

- Hola mamá, estoy aquí en el centro comercial, en unas horas más estaré allá

- ¿en unas horas más? ¡Te necesito ahora! Los ayudantes están por llegar

- pero… ¿Por qué tiene que ser algo tan secreto, si ella misma te dijo lo que quería? Ella sabe lo que pasará mañana.

- lo sé, pero aun así no se debe perder la magia de la fiesta sorpresa.

- Mamá, tu sabes que a ella no le gustan las fiestas, ella solo quiere algo así como una reunión familiar y un concierto privado con su cantante favorito.

-Lo sé…. Lo sé pero está fiesta si le gustará, el plan es el siguiente: primero haremos un fantástico desayuno, luego en la tarde algo familiar  y lo de su Ídolo y en la noche haremos una fiesta en la que él también podrá participar si así lo quiere.

-me gusta, es una buena idea. ¿Ya hablaste con él?

-sí, me costó convencerlo al principio porque es de esos cantantes que dicen que no hay que hacer diferencia entre las fans, ya sabes por eso de “comprar su asistencia a la fiesta” pero luego cuando le explique que era el sueño de Isabella y lo triste que ella estaría si es que él no asistía, aceptó.

- ¡Fantástico! Me alegra mucho que haya aceptado.

- a propósito ¿Qué estás haciendo en el centro comercial? ¿No me digas que aún no compras el regalo?

- ¡claro que no mamá! ¿Cómo crees? –sonreí algo nerviosa intentado fingir que ya lo había comprado-

-Que bien, porque sabes lo enojada que estaría si estuvieses haciendo eso a última hora.

- Lo sé, lo sé, ya debo irme, adiós mamá, cuídate, nos vemos en casa.

-adiós hija, ¡ven cuanto antes! –Termino la llamada-

Guardé mi celular, voltee y entonces me percaté de que el ya no estaba, ¿Qué paso?  Me pregunté mientras miraba hacia todos lados, me sentí muy confundida, ¿Por qué se iría si habíamos quedado en que iríamos a tomar un café?  Bueno de todos modos,  nos acabábamos de conocer ¿Qué esperaba? Lo peor es que solo me dijo que se llamaba Ed, no sé si su nombre seria Edgard, Edwin o Edward. No se su apellido ni tampoco intercambiamos números –suspire- es una lástima, de todas formas si se fue así como así, sin siquiera decirme adiós fue porque de seguro no le llame la atención, debe conocer muchas chicas con el cabello rojo oscuro y de ojos color marrón.

Seguí  caminando por el centro comercial mirando las vitrinas hasta que se me ocurrió el regalo perfecto, ¡un libro! ¿Cómo no lo pensé antes? Isabella ama leer, de seguro estará muy feliz si le regalo uno. Corrí a la librería más cercana y busque durante horas el libro ideal hasta que finalmente lo encontré, tenía todo lo que ella buscaba, aventura, fantasía y seres mágicos.  

Cuando terminaron de envolverlo, subí a mi auto y me fui pensando en el chico que conocí en el centro comercial durante todo el viaje, hasta que finalmente llegué a casa. Estacione el auto y me quedé sentada allí  por un momento imaginando como hubiese sido si hubiéramos ido a tomar café y charlar hasta que el sonido de mi celular interrumpió mis pensamientos, revisé la pantalla y tal como lo supuse, era mi madre.

-ya voy mamá – dije algo molesta

- No me hables en ese tono, llevo horas esperándote

- Lo siento, es que tenía cosas que hacer, pero ya llegué, estoy en la cochera.

- ok, de todas formas ya no necesito tu ayuda, como demoraste mucho tiempo ya que encargue de mantener ocupada a Isabella para que así no sospeche sobre la fiesta sorpresa –cortó la llamada-

Me bajé del auto, entré a casa y me dirigí hacia mi cuarto, una vez adentro escondí el regalo de Isabella y me recosté sobre mi cama, ¿Cómo olvidar esos brillantes ojos azules?  ¡Eran tan bellos! He conocido varias personas con el mismo color de ojos pero los de él eran especiales, como que transmitían algo más…