Cap. 1 Devuelva a la rutina.

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Odio la rutina

Hoy empiezo el segúndo año de secundaria. A sucedido La mayor desgracia que pudo haber pasado en este mundo Las vacaciones de verano se ACABARON!!!.

Salgo del cuarto de baño con una toalla gris envuelta en la cintura, me miró en el espejo  de cuerpo completo que está al lado de mi armario. Creo que creci un poco mas, tengo más fibra muscular, ese campamento de verano cirvio para algo después de todo.

Busco en las gavetas me pongo unos boxer gris y el uniforme del instituto que no es más que un pantalón de tela negro y una camisa azul con el logo de la institución en el lado izquierdo de esta los zapatos negros y ya está; cojo mi mochila y mi celular y salgo de mi casa rumbo a mi destino.

A la distancia veo la institución con su típico color crema y amarillo pardo, ¡ay! Como no la extrañé.
Miro mi reloj ye doy cuenta que son las 7:58 solo tengo dos minutos para llegar o me que daré fuera el primer día, no lo pienso dos veces y comienzo a correr como alma que lleva el diablo, lo único que me motiva es que mi mamá no me baje la mesada en mi primer día.

–¡llegue!– digo al cruzar las puertas las cuales serraron tras de mí, no me detengo sigo hasta mi aula que está en el segundo piso. Sin darme cuenta chocó con algo mejor dicho alguien.

–Fíjate maldito idiota.–dice con furia sin volterame a ver recojiendo sus cosas con rapidez para meterlas en su vulto

–Con esa boca comes.–se paraliza al escuchar mi voz se gira con rapidez hacia mi, como si temiese que desapareciera antes de.

–¡Tristan!–grita emocionada y se avalanza hacia mi tacleandome tal cual jugandor  de fútbol americano para habrazarme con rudeza sin el más mínimo cuidado en su tacto, si así es ella.

–Yo también te quiero Alexa, pero deja de maltratar mi pobre cuerpo– se levanta y me estiende su mano para ayudarme a levantar.

–cuentamelo todo, pensé que habías reprobado por lo que pasó.

–ni me lo recuerdes. Mejor hablamos en el receso que se nos está haciendo tarde.

–como quieras pero, de esta no te me escapas.

–esta bien, Enana como quieras. –caminamos a nuestro salón

 
Las clases pasan muy  lentas ya que todo los profesores nos hobligaron a presentarnos cada vez que cambiaba la hora, ¡Dios están fustrante!, Pero debo ser agradecido ya que casi repruebro el año por un punto, la razón es simple me pelee con la profesora de química, es que odio la química, acaso esos estúpidos científico no tenían vida social.

–Buenos días estudiantes.–Dios esto tiene que ser una broma, te maldigo Karma.–Mi nombre es Anna Bell Mendoza, y seré su profesora de química. – y es que hasta su nombre es Diabólico. Le da un vistazo a aula con una sonrisa la cual se borra al instante al darse cuenta de mi presencia, si que me ama (Nótese el sarcasmo). La miró su superioridad y le sonrió con hipócresia saludando ligeramente con la mano derecha, me mira con puro odio.

–balla le profe va a matarte con la mirada,–susurra Alexa a mi lado.

–Ni que lo digas.

–Se le nota a leguas que le haces falta la anaconda del director.– nos reímos por lo bajo de su comentario, solo a ella se le ocurren cosas así en momentos como estos. Me encanta lo despreocupada que suele ser, los comentarios graciosos y fuera de lugar con los que suele saltar, lo poco femenina que puede llegar hacer de ves en cuándo, es como la hermana que siempre quise y nunca podré tener.

No existen palabras que puedan definirla, simplemente ella es... Muy Ella.

–Desea compartir algo con la clase señor Montero. –y aquí vamos de nuevo.

–no nada profesora.–digo reclinándose hacia el frente posando mi cabeza entre mis manos, poniendo una cara angelical ante ella.

–Bien, sea tan amable de fingir que se calla y cállese.

–como usted diga. –hago caso a lo que me dice no quiero problemas en mi primer día.

Alexa me codea pasandome una hoja de  papel con algo escrito e  tinta pulpura, lo leo –lo repito y lo reitero a la profesora con nombre de película de terror le hace falta una anaconda negra de 25cm... Si quieres puedo llamar a mi amigo Rodrigo me debe un favor.

–no hace falta –escribo de vuelta en el papel.  Sonriendo nuevamente

El timbre suena indicando la hora del receso todos salen despavoridos hacia la cafetería guardo mis cosas en la mochila alzó la vista, y me percató de que Alexa y no está.

–esa enana nunca va a cambiar– digo para mí nengando con la cabeza mientras sonrio.

Me dirijo a la cafetería pero, antes de entrar veo como Alexa sale con los brazos cargados de comida.

–pienzas alimentar a un ejercito o que? –digo en tono burlón.

–callate y toma.–me extiende una hamburguesa con papas extra grandes y una malteada de vainilla, como no querer a este engendro.

–juro que sino fueras como mi hermana me casaría contigo.

–ni que estuviera siega.–dice en tono burlón mirándome con superioridad por el rabillo del ojo comenzando a caminar –¿Qué? Acaso te vas a quedar Haí como estatua todo el día.

–Nunca cambias –digo comenzando a caminar tras ella.

–No soy semáforo.

–Nop... necesitas medir unos cinco metros de altura y tú a duras penas y llegas al metro cincuenta

–para tú información mido 1.60 muy orgullosamente

–eso lo dices para subir tu autoestima.

–idiota.

–enana.

–Homohavilis

–Eso ni siquiera es un insulto.

–Nop, pero suena como si lo fuera.

–¿Mas loca no puedes estar Alex?.–digo en forma de pregunta caminando a su lado.

–No me Retes Tristán.

*********

En la foto la profesora Anna Bell

Nota del autor:  y así termina el primer capítulo espero, hacerles sacado una sonrisa.  voten y comenten, no saben lo que significa este proyecto para mí y espero que más de uno se sienta identificado con mi historia. Cuéntame en los comentarios si te sentiste y dentificad@

Pregunta ¿Cuál fue tu parte favorita?

Sin más que decir nos leemos lueguito *abrazos para todos*

Mi amiga la Fujoshi ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora