Hay cierta estupidez en la esperanza por ser adultos.
Se creía tanto en el engaño de que los adultos eran más felices, que los jóvenes ilusos caían de lleno en la trampa.
Adelante, culpemos al mercado, culpemos a la vida, por haber sido el artista, el escritor, el mentiroso, el que nos dijo que las cosas serían más fáciles.
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Las palabras que terminaron con el mundo
NouvellesEl mundo se acabó. Luego de tantas alegrías, tantos abrazos, tanta vida, llegó el turno de la muerte. La guerra pudo con la gente. La esperanza estaba supuesta a ser lo último que se perdería, pero cuando pasó, nadie supo qué hacer. El mundo se acab...