Narra Bon
–¿Yo te gusto?.- Preguntaste.–S-Sí.- Contesté
–Pero... F-... No, olvídalo.- Dijiste.
–Ok, Adiós.
Fui a casa, preocupado, por saber tu respuesta. De repente, me llegó un mensaje.
Fox
"Bon, ¿Tú amas a Bonnie?"Bon
"¿Él te contó?"Fox
"No."Bon
"¡¿Y cómo sabes eso?!"Él se desconectó, sin darme respuesta. Unos minutos después, llegó otro mensaje suyo.
Fox
"Ese no es el punto. Sólo dime, ¿Tú amas a Bonnie?"Bon
"¡Responde mi pregunta!"Fox
"¡Yo te hice una antes!"Bon
"Bueno, te responderé. Sí."
"Ahora, respóndeme."Narra Fox.
Lo sabía. Sabía que tú... Lo amabas. Comencé a llorar y decidí contestarte.Fox
"No sabes disimularlo."Deje el teléfono y fui con Golden, luego de secar mis lágrimas.
–G-Golden.- Dije entre sollozos.- ¿Tú crees que y-yo tenga oportunidad con... Bon? Él ama a Bonnie... Pe-pero... ¡Yo lo amo!
–Am... Sí claro.- Respondió, para animarme.
–Bueno, si tú lo dices.- Respondí.
Dejé de llorar, me seque las lágrimas y fui a la cama.
Vuelve a narrar Bon.
Dos semanas después.
–Bonnie, ¿Has visto a Fox?.- Te pregunté.- No lo he visto desde hace tiempo.
–No. Ni siquiera vino a practicar. Con mi banda íbamos a ir a verlo.- Contestaste.
–Oh, ¿Podría ir con ustedes?.- Consulté.
–¡Claro!.- Exclamó Chica.- ¡De hecho, vamos a ir hoy mismo! Iremos al final de las clases.
Al final de las clases, fuí contigo y tu banda.
–Vayamos, chicos.- Dijo Freddy.
Cuando llegamos, tocamos la puerta de su casa.
–¿¡Qué pasa!?.- Gritó desde adentro, se le escuchaba algo triste, pero molesto.
–¡Vinimos a verte!.- Exclamé.
El abrió la puerta.
Golden pasó, pues él vivía ahí.
Yo también. Él le dijo al resto que esperen.
–Fox, ¿Algo te pasa?.- Pregunté
–E-Es sólo que... .- Respondiste, algo sonrojado.- ¡Tú me gustas!Me quedé algo sorprendido.
Empezaste a llorar.–¡Pero... Pero tú amas a Bonnie!.- Dijiste, rojo como un tomate, mientras llorabas.- ¡Te amo, pero
Te sequé las lágrimas.
–Fox... .-Te dije.
–¡Vete de aquí!.- Interrumpirste.
Me empujaste y me fui.
–¿Él está bien?.- Consultó Chica, algo preocupada.- Es que se escucharon algunos gritos hasta acá.
–¿Ustedes lo oyeron?.- Pregunté, algo sonrojado.
–Sólo se escuchó que te echó de su casa.- Contestó Freddy.
–Uff... Que suerte.- Susurré.- Bueno, está bien... Supongo.