Parte 1

8 3 6
                                    

-¡Solo disparale!- grita mi hermano.
-¿Qué? No. No puedo hacerlo a sangre fría.- digo mirando a Jenna, mi novia, que ahora mismo se encontraba de rodillas, siendo apuntada por mi, su novio.
-¿Así que no puedes?- dijo Matt arrebatándome el arma.
-No te atrevas.- grité.
-Lo siento.- dijo disparando el arma.
Una parte de mi se derrumbó. Tenía razón, ella era como una granada que explotaría, en cuanto sepan sobre lo nuestro.

5 meses antes.
-Bueno chicos, el asalto de hoy, será en el centro de la ciudad. Matt irá junto con James, Charlie con Jesús, y yo iré con Norman. ¿Entendido?
-Si.- dijeron todos al unísono, excepto yo.
-¿Entendido?- me preguntó mi padre alzando la voz.
-S... Si.
-No debes dudar de esto, muchacho. Nos traerá mucha ganancia a nuestras vidas.
Ya de por sí la parte de ganancia no me gusta, y menos que sea robada antes que ganada, pero crecí en este ambiente.
-Vamos James, ponle un poco de buena vibra.- dice mi hermano Matt, codeandome.
-Disculpa, pero no le puedo poner buena vibra. Robar no está en mi sangre y nadie lo acepta.- digo agarrando una pistola que encontré por ahí.
-Pero esto es el negocio, bro. Nosotros robamos, vendemos lo robado y pum, tenemos todo en nuestras manos. Hasta si quieres, puedes traerte a una perra cuando tengas las putas ganas de coger.- dijo poniéndose una máscara.
-No me gusta que hables así de las mujeres. De hecho, no me gusta que hables así de nadie.
-Ugh. Lo siento señorito perfecto.- dijo alejándose.
-Hey, hey, hey. No confundas las cosas, decir eso no indica que sea un perfectito. Simplemente tengo respeto, que es lo que te falta.
-¿Qué?- dijo volviéndose.- ¿A mí me falta respeto, cuando tú eres el mocoso que no me respeta a mi?
-¿Sabes qué? Déjalo ahí. Porque voy a terminar dándote un golpe en la cara, del cual no te salvará ni nuestro padre.
Matt se fue muy enfadado, pero esta bien. Una vez tenía que ser el malo en la película, pero... Ahora me siento culpable, porque el me dio todo cuando yo era más pequeño. No importa. Hay que ponerse firme. Tengo razón, que se pudra.
Agarré mi máscara, mi ropa de camuflaje, mis armas, y salí de la habitación.
Esta casa se compone por 3 habitaciones, un baño, una cocina, un comedor y un subsuelo.
Cuando llego al comedor, veo una nota de Matt.

"Como falto mucho el respeto, decidí ir junto con papá. Así que, ve tú solito en el auto, cuando llegues a la joyería, entra por la puerta trasera y trata de que no te maten.
Saludos: El irrespetuoso"

Lo único que me faltaba. Que tenga que ir solo. Esto de tener que salir al mundo así como si nada no me gusta. Directamente nací en la familia equivocada.
Agarré las llaves del auto, me subí en el y fui rumbo a la joyería. Está a unos 7 kilómetros de nuestra casa, ni muy lejos, ni muy cerca. Al límite.
Estaciono el auto en la parte de atrás de la joyería. Analizo bien la entrada trasera y veo cómo puedo escabullirme hasta allí dentro pasando desapercibido.
Pasan los minutos y no encuentro una manera, así que lo hago sin dudarlo.
Entro corriendo, apuntando a todos con mi arma.
-¡Esto es un asalto! ¡Manos arriba, todos!- dije gritando.
-Por... Por... Por favor, no nos hagas nada.- dijo una empleada al borde del llanto.
-¡Deme todo el dinero que tiene! ¡Ya!
La chica, como una sumisa, va, agarra todo el dinero que hay en la caja y me la da.
-¡Eres una estúpida, Mariana!- se queja otra empleada, que aparece de la nada.
-¡Manos arriba!- vuelvo a gritar.
-¡No me puedes obligar a nada!- responde ella.
-Yo si.- dijo Matt dándole un golpe que la dejó inconsciente.
-¿Estás loco? ¿Qué haremos con ella?- pregunto nervioso.
-La llevaremos con nosotros.- dice encojiendose de hombros.
Me quedé un minuto solo, pensando todo lo que puede llegar a sufrir esa chica.
-¡Vamos, hombre!- grita Matt.
Salgo corriendo con todo el dinero de la joyería, subo en mi auto y manejo hasta la casa. Espero a que llegue Matt y lo ayudo a bajar a la chica inconsciente.
-Es bonita. Hoy me la cogeré.
-¿Qué? No. Definitivamente. Dormira en mi habitación y no tendrá sexo con nadie. No puedes aprovecharte de ella así como si nada.
-Tiene razón.- dijo mi padre apareciendo de la nada.- Pero tampoco quiero que tú y esta chica se enamoren. Está prohibido enamorarse de rehenes.
Asentí, nunca me enamoré de una rehén, y no creo hacerlo ahora mismo.
La lleve con Matt hasta mi habitación, la acostamos en mi cama y fui a buscar alcohol con unas gasas. Por el estúpido de mi hermano, ahora esta chica tenía una herida en su cara.
Comencé a curarle la herida, le solté el pelo, le saque lo más incómodo de su ropa de trabajo, la tapé y la deje dormir un par de horas.
No pare de mirarla en las dos horas que durmió. No sé qué me pasó, simplemente... No puedo dejar de mirarla.
Ups. Se despertó.
-¿A dónde estoy?- pregunta la chica exaltada.
-Tranquila.- le digo levantando las manos en son de paz.- Me llamo James. Si te calmas, te contare todo lo que quieras saber, pero cálmate.
-¿Realmente me dirás todo?
-Si.
-Bueno.- dijo respirando y exhalando un par de veces.- ¿Qué ha pasado?- dijo más tranquila.

-Primero quiero que sepas que me llamo James. Estoy en un negocio de mafia, en el que no quiero estar, con mi padre, mi hermano y otros conocidos. Ellos querían ir a asaltar la joyería en la que trabajas, y obligadamente también tuve que ir. Así que fui, te dije que levantarás los brazos, no hiciste caso, así que apareció mi hermano y te golpeó dejándote inconsciente.
La chica quedó en shock. No sabía que hacer.
-¿Así que estoy secuestrada?
-No técnicamente. Estás como rehén, pero tranquila. No dejaré que te hagan daño.
-Ya me lo hiciste tú.
-No puedes decirme eso, te salve de que te violen.
-¿Qué tengo que hacer para... Simplemente escapar?
-Solo obedecer. Aunque siempre estaré ahí si te obligan a hacer algo que... Tú sabes...
-Si. Entendí.
-¿Cómo te llamas?
-Mi nombre es Jenna.
-Oh. Qué lindo. Gusto en conocerte, Jenna.
-Me agradaría decir lo mismo, pero me tienes de rehén.- dijo soltando una carcajada.- ¿Te molestaría si te pido un vaso de agua?
-No. Claro que no. Ya te lo traigo.- dije agarrando una llave.
-¿Me encerraras?
-Lo siento. Son las reglas.




Hola lectores! Les traigo esta nueva historia, la cual espero que les guste.
Me gustaría que dejen sus votos y comentarios, opiniones y algunas recomendaciones.¡ Tampoco olvides de seguirme!
Voy a actualizar todos los miércoles.
Saludos desde Argentina 🇦🇷

La granadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora