─¡Perdón!¡Lo siento demasiado!─ lloraba Yuuri, casi a los pies de Víctor.
─Levántate, Yuuri─ le tomó el alfa de los hombros con delicadeza pese a que estaba enojado con él─ no es necesario que te arrodilles.
─De verdad lo siento, Vitya...─se lanzó a sus brazos, y Víctor no pudo evitar reaccionar para envolverlo en un abrazo. Era como una maldición, un hechizo... siempre que Yuuri lo quisiera, él le sostendría con fuerza─, muchas veces traté de hacerlo, pero no pude, ¡perdóname por ser tan débil y cobarde!
─Está bien─ susurraba, pues detestaba ver a Yuuri llorar─, tranquilo, no te alteres, podría hacerle daño al bebé.
Yuuri asintió y se limpió las lágrimas con la manga de su chaqueta. Victor lo guió hacia el sillón y se sentaron frente a frente.
─Quiero una explicación─ pidió el ruso, con toda la seriedad que pudo.
─Todo comenzó días antes del Grand Prix, me sentía más cansado de lo habitual después de patinar, y una rutina me terminaba casi noqueando después de hacerla. Creí incluso que tal vez la edad me estaba cobrando factura y que mi resistencia no solía ser como antes, pero también comenzaron algunos mareos y desvanecimientos y me preocupé. Me caí en el último salto de mi programa libre porque para ese momento sentía que me iba a desmayar del agotamiento...─Yuuri movía sus dedos con nerviosismo y trataba de no mirar a Víctor a los ojos─, cuando regresé aquí de Francia me hice como mil pruebas para estar seguro y todas dieron positivo, la que tienes en la mano, es una de ellas...
El alfa suspiró y dejó la prueba sobre la mesa.
─¿Sabes, Yuuri? Lo único que me duele es que el Grand Prix fue hace bastantes días...¿cuándo planeabas decírmelo? Podría haberte pasado algo, podría haber estado ahí cada vez que te sentías mal...¿ya no me tienes confianza, Yuuri?
─No es eso, Victor, yo...tenía miedo, estaba asustado, perdón...creía que tal vez te molestarías conmigo.
─Pues no funcionó, estoy molesto contigo ahora─ acotó el ruso, pero al ver que su esposo estaba a punto de llorar de nuevo se arrepintió de haber dicho eso sin ninguna delicadeza.
─Tienes razón, fui un completo idiota al creer que estaba bien no decirte de inmediato, creé un lío más grande...─ Yuuri se esforzaba por contener su llanto.
Victor se acercó al chico pelinegro y le abrazó con fuerza, recargando la cabeza de Yuuri en su hombro.
─Lo siento, no eres un idiota, yo también debería intentar comprender esos sentimientos de inseguridad que te orillaron a no decírmelo...sólo no me ocultes nada en el futuro, cariño, yo nunca podría odiarte, o apartarme de tu lado ¿de acuerdo?
Yuuri asintió contra la ropa de Victor. El olor del alfa reinaba en sus fosas nasales, y le calmaba sobre todo.
─Soy un tonto, cómo es que no noté tu cambio de olor y tu comportamiento...─susurró el peliplateado.
─Qué desastre de padres tendrá el bebé─ comentó Yuuri, todavía moqueando, e hizo que Victor riera.
─Sí...creo que es más seguro para él quedarse aquí dentro.
Victor dirigió una de sus manos al vientre de su esposo, y la posó con cariño.
─Yuuri ¿cuántos meses tienes?
─Cumpliré tres dentro de dos semanas.
─Vaya, eso quiere decir...
─Sí...─ se ríe Yuuri, pero luego golpea el hombro del alfa con fuerza, sacándole un quejido de sorpresa─, eres un tonto, Victor Nikiforov, ¿a quién se le ocurre celebrar que no vas a tener un hijo teniendo sexo de nuevo?
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Inevitable- Victuuri Mpreg
FanfictionEl matrimonio Nikiforov tiene una vida perfecta, rodeada de lo que siempre desearon. Yuuri es el último ganador de la medalla de oro en el Grand Prix, Victor se ha retirado del mundo competitivo. No hay nada ya que puedan ambicionar, viviendo en Rus...