Noches de sábado para reflexionar sobre la vida

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Quiero liberarme, expresarme, explotarme, sangrarme.
Quiero volver a sentir la sensación de las letras fluyendo a través de mis dedos creando y moldeando ideas que no quieren quedarse presas en mi mente.
Quiero volver a sentir algo más que un vacío eterno rodeando mi alma.
Quiero ser capaz de sentir algo más allá de mi propia soledad.

En algunos momentos de desesperación por llenar ese agujero irreparable que tomó lugar hace tiempo en mí, mi mente vuelve a la creación, a los colores, líneas mal hechas, a las letras, a las canciones; pero hace tiempo me di cuenta que eso ya no me llena como antes.
Ahora solo me saca de la tediosa rutina diaria a la que estoy sometida por mis propias decisiones. Pero supongo que me hacen feliz, en un mínimo grado y por unos momentos. Supongo que eso es lo que vale ahora.

Quiero liberarme, expresarme, explotarme, sangrarme.
Pero no quiero llorar.
Porque no estoy triste.
Solo estoy... nada.
Simplemente nada.
La vida es aburrida y la soledad me arrastra con sus uñas filosas al abismo, pero no caigo, solo observo desde arriba el agujero negro en el que he estado años atrás, del cual todavía no sé cómo siquiera salí de allí.
Tal vez nunca salí. Tal vez todo esto es parte del suelo del abismo y lo que veo es un lugar más profundo donde caer. Pero no quiero seguir cayendo. No.

Quiero liberarme, expresarme, explotarme, sangrarme.
Pienso en mi yo de hace unos años, la misma que cayó en el abismo. Ella sí sentía, sentía demasiado y por eso cayó. Solo que no sentía que su vida estaba siendo malgastada (o tal vez sí), no sentía que su alma estaba vacía. Ella solo estaba triste. Y lloraba. Y sangraba.
Yo solo estoy vacía, con lágrimas que no caen y sangre que no es mía.
¿Y qué es peor, la tristeza o el vacío?
O todo o nada.
O nada o todo.

Yo solo quiero liberarme, expresarme, explotarme, sangrarme.
Quiero volver a sentir otra vez.
Pero ya no hay punto de retorno.
Porque no soy la misma de antes y esta vez no caeré en el mismo abismo.

Supongo que estar vacía es un poquito mejor que estar triste.
Al menos
no sentís
nada.

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