Mi secreto (KnB)

Sus Razones/Él te eligió!

Al llegar a la mansión de Nash le pedimos a los sirvientes que nos traigan algo para beber nos ubicamos en los sillones pero antes de sentarme en el Nash habló.

-Chicos, me lo llevo un rato. -les dijo Nash a los demás, seguido de tomarme de la mano; antes de salir de la sala Nick me agarró de la otra mano y me miró al igual que los demás, yo solo asentí y me fui con Nash a su habitación. El mago me llevo delicadamente de la mano y yo lo seguí. Cuando llegamos antes de cerrar la puerta llamé a una sirvienta para que traiga las bebidas al cuarto.

-Stella, puede traernos las bebidas aquí? Por favor. -le pedí, siempre les tuve respeto a todos los que trabajan en esta casa, a todos los conozco desde hace tiempo.

-Claro, con gusto. A usted también joven Gold? -Nash solo asintió- Está bien, ah! y por cierto que gusto verlo nuevamente joven. -me dijo yo solo asentí con una sonrisa y se retiró. Cuando Stella salió Nash suavizó su mirada, cerró la puerta y se dirigió a mi.

-Te extraño, cuanto más tengo que seguir así? -me pregunto abrazandome. Yo le devolví el abrazo y apoyé mi cabeza en su pecho. Hace bastante que no estamos así.

-Te lo dije no? Yo te advertí que esto podría pasar cuando nos dimos este tiempo. -le dije suavemente.

-Yo no necesito tiempo para nada y tu lo sabes. Puedo ser considerado el mujeriego más conocido en el mundo! Hasta admito que lo fui en el pasado! Pero ahora solo tengo ojos para tí. -me dijo agarrándome de los hombros. Para que me diga eso tiene que estar bastante mal.

-Para Nash, me haces daño. -le dije sin levantar la voz. El me soltó- Te lo dije no? Que lo medites si querías seguir conmigo, al irme esto se iba a convertir en una relación a distancia y sinceramente no quería que ninguno de nosotros salga herido, por eso decidí lo de darnos un tiempo, hasta que termine el contrato podías hacer lo que quieras, yo no iba a objetar nada al contrario hasta podías olvidarme. -le expliqué nuevamente lo acordado.

-Tu.. tu ya no me quieres? -me pregunto dolido sentándose en la cama- Si es así no te detendré, he hecho muchas cosas de las que me arrepiento. -me expresó.

-No Nash, yo no te quiero. -le dije, el abrió los ojos sorprendido y agacho la cabeza. Yo me dirigí a la cama y me senté a su lado- Yo te amo Nash. -el me miro sorprendido soltando algunas lágrimas, verle así, tan vulnerable es raro.. me duele- Yo no sigo contigo por ser masoquista ni nada, yo te considero una persona muy preciada para mi, tú me entendiste mejor que nadie, tú me ayudaste y me diste valor para irme de Estados Unidos por un capricho que tuve, me apoyaste a distancia y a mi lado, me gustas, te amo. -le dije sin durarlo- Se que hubo diferencias entre nosotros en el pasado, se que a veces no puedes controlar tu temperamento, todo eso lo sé. Yo.. el día que me propusiste salir contigo, yo te lo dije, aprenderemos juntos, nos ayudaremos el uno al otro, nos apoyaremos, creceremos. -una lágrima traicionera bajo de mi ojo derecho pero rápidamente me la limpié.

-Yo también te amo, y no fue un capricho, mi cielo... Kei.. sos la persona más importante para mí, no planeo dejarte ir si tienes esos pensamientos. Es verdad, siempre estuvimos el uno para el otro, cuando decidiste irte, supe que no podría acompañarte pero por lo menos podría verte de vez en cuando, se que lo prometimos, se que dijiste para darnos un tiempo pero.. yo no necesito ningún tiempo!. -me dijo con determinación en sus palabras. Yo sonreí.

-Si es así no hay nada que hacer. -le dije dándole un beso en los labios, al separarnos me miró con esos ojos verdes que me tienen loco- Solo unos meses más y todo se abra acabado. -le dije con una sonrisa un poco triste y el se dio cuenta.

-Te duele dejarlos no? -me dijo molesto- Por qué quieres tanto a esos monos?

-Ellos,.. ellos son parte de mi vida, estuve mucho tiempo con ellos, se preocupan por mí. En el pasado tuvimos algunas.. diferencias, pero yo los quiero, son mis amigos. -le dije sincero, pase varios años allá, era imposible que no me apague a ellos pero es tiempo de soltar, quizás no los vuelva a ver una vez que el contrato haya acabado.