Mi secreto (KnB)

Equivocación

Continuación del Flash Back
(Pov. Normal)

El niño que antes vio se estaba acercando a él con una mirada para nada amigable, intentó adentrarse más a su "escondite" pese a saber que aquel muchacho que se dirigía a él, ya lo había visto, o por lo menos, a su pierna. Su pulso se acelero y se puso nervioso al intuir que iba a ser descubierto, estaba a punto de pararse para correr pero el niño que se acercaba se detuvo a poco más de un metro de él. No sabía que hacer y estaba por hablar pero el otro lo hizo antes.

-Quien está ahí? -preguntó molesto el niño rubio, el pequeño tenía un debate mental de lo que podría pasar si es descubierto por lo que no sabía que responder, si lo viera quizás malinterpretaría todo- Habla. No volveré a repetir la pregunta, si no contestas llamaré a mi padre, el dueño de la casa, y haré que te eche. -demando y advirtió con una voz de superioridad y molestia.

El niño saco un poco la cabecita y se dejó ver un poco, la luz de la mansión estaba cerca de él más no le daba directo a la cara, él no respondió a la pregunta solo se quedó mirando al otro con curiosidad. Por parte del rubio, cuando él chiquillo salió un poco de su "escondite" pudo apreciar unos hermosos zafiros que lo dejaron en un transe momentáneo, sacudió su cabeza para concentrarse, ese pequeño estaba todo sucio, no podía ver con claridad nada de él a parte de sus ojos, su cabello estaba cubierto de tierra y por la noche solo supuso que era marrón o negro, su piel no se veía casi nada tampoco asi que pensó que solo era el hijo de un vagabundo y que tenía más o menos su edad o que quizás era más chico.

-Quién eres y qué haces aquí? -preguntó serio.

-Yo.. solo me quedaré esta noche, por favor. Mañana me voy. -dijo en tono bajo, no podía decir quién era, no le iba a creer y tampoco le podía pedir algo. El contrario lo miro malicioso, le causaba curiosidad el por qué ese niño estaba allí y por qué no se veía asustado o si quiera con alguna expresión pero no se dejó llevar por eso.

-No, quiero que te largues de aquí. Para personas como tú la calle es mejor, vete. -dijo con una sonrisa vacía del que el otro se dio cuenta, el rubio se dio vuelta- Si no te vas en menos de 15 minutos voy a llamar a mi padre para que te eche. -se dirigió a su casa y entro dejando al pequeño en un debate mental de que hacer.

No podía irse, era muy tarde, miró su reloj de muñeca pasaban de las 10:30 pm., solo le quedaba rogar que aquel niño se compadezca de él.

El oji-verde entro a la mansión, subió a su cuarto y después de unos minutos miró por la ventana de su habitación, desde ahí se podía ver un poco del niño aún en el mismo lugar así que, como dijo que haría, bajo al estudio de su padre y le dijo que un pequeño "vagabundo" estaba escondido en el patio delantero de su casa. El hombre se molestó por la incompetencia de sus guardias y, junto a su hijo, salió de mansión.

El pequeño niño veía el cielo nocturno, ya no tenía sueño pero luego de unos minutos (desde que el otro niño se fue) vio algo que le llamo la atención, un hombre, alto, un poco robusto, rubio, de tez blanca y ojos marrones estaba en la entrada de la casa hablando o gritando, según veía, a unos guardias. De un momento a otro le hablo al pequeño rubio y se congelo cuando esté apunto en donde estaba, se paró al ver a los hombres de traje negro ir en donde estaba, quiso correr pero no alcanzo a dar más de cuatro pasos que ya lo habían agarrado, lo estaban sacando del lugar mientras él oponía resistencia.

-Espere! Es una equivocación, yo-. -uno de los guardias lo zarandeó para que se callara y no pudo continuar, los hombres miraron al jefe del lugar.