Abrí los ojos y me hallaba en el lugar de inicio: la habitación de Zachariah, sabía que todo había acabado, pero no sentía a Zachary a mi lado e intenté levantarme sin conseguirlo y a causa del agotamiento solo logré marearme, de pronto oí la voz del hermano Enoch:
-Con calma hija de espinos, has vencido, Zachariah está bien, y pregunta por ti. No comprendía aquello.
-¿Despertó él primero? Dije, pero en mi mente, parecía que había perdido la voz.
-No, has sido tú; Pero volviste a desmayarte, entrabas y salías de la inconsciencia, parece que le has cedido tus fuerzas al Joven Morgenstern, solo debes descansar.
-Necesito verle. Susurré, hablar era como tragar vidrios.
-Voy por él, tú, mientras tanto ahorra tu poca fuerza. Y sin más salió de la habitación, y enseguida entró Zachariah traía una taza humeante de olor dulzón, él parecía haber estado despierto durante horas, pero sus moratones ya estaban próximos a desaparecer, yo intenté sentarme pero un mareo me detuvo, lo que hizo que él corriera hacia mí casi derramando el contenido de la taza sobre mí.
-Adele ¡Por el ángel! Exclamó con la voz cargada de pánico, mientras se sentaba a mi lado, luego acercó la taza a mi boca dándome a beber, aquella pócima me hizo recobrar algo de energía, y alivió el dolor de mi garganta, al acabarla él colocó el recipiente vacío en la mesa que estaba a un lado de la cama.
-Estoy bien Zachariah. Susurré, como respuesta a su mirada inquisitiva.
-¿Recuerdas algo de lo que pasó? Me preguntó, yo me miré las manos.
-Absolutamente todo, ¿Y tú? Él me miró con sus dulces ojos verdes y tomó mis manos, mi corazón se aceleró ante su contacto y él parecía nervioso.
-Recuerdo que me llamabas, y que tenías a Phaesphoros en tu mano, reconocí tu voz y fui hacía ti, y descubrí que la voz que yo le atribuía a mi espada, no es de ella, es tuya Adele. Yo le miré sorprendida y él continuó hablando. Siempre has sido tú, desde el principio de los tiempos, se acercó y me besó, un beso tan dulce como la miel, pero tan fuerte como el más poderoso incendio. Al alejarse de mí sonrió acarició mi mejilla y volvió a hablar. Te amo nena, siempre ha sido así. Sentí el rubor en mis mejillas, y luché por encontrar nuevamente mi voz.
-Yo también te amo Zachariah. contesté con una sonrisa...
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Un Morgenstern y Una Blackthorn
Fanfictionun fanfic sobre el increible universo Shadowhunter Sobre un amor entre Sarah Adele Blackthorn y Axel Zachariah Morgenstern