- Ay, pobres las gallinitas ahí encerradas de a montones en jaulas sumamente reducidas donde en verano sufren de mucho calor.
- Uh, pobres las vaquitas bebés ahí encerradas sin sus madres en un lugar cercado con alambres eléctricos y con un número clavado en su oreja.
+ Sí, bueno. Yo nunca te escuche decirle "pobre animalito" al pedazo del cadáver descuartizado que saboreas con tanta pasión desde tu plato.
+Sí, ahorrate lo de pobre porque hace rato te comiste un tremendo pedazo de carne de quien alguna vez fue ese indefenso ternero que ves ahí; y ni siquiera fueron sus músculos y grasas tu delicioso almuerzo, sino que también lo fueron sus vísceras y su sangre.
+Sí, antes de hacerte la victima pensa en lo que hiciste.
- Luana, arruinas todo el paseo. Nos vamos a casa.