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¿Sera que la vida de todo niñato mimado es igual de infeliz?  Eso creía JungKook al estar sentado en aquella gran mesa en la gran mansión de los Kim. Sabia que había sido el hijo perfecto para su padre, siguiendo sus pasos, mirando y tomando nota sobre todo lo que parecía importante de la empresa de los Jeon; pero tristemente no era lo que el quería. Anhelaba seguir por la rama del arte, poder sentarse en su estudio de música y componer durante horas, que la gente lo amara por su música y no que tuvieran que besarle el trasero para poder ser el empleado perfecto o halagarlo por lo excelente que llevaba la empresa. 

-JungKook.-Llamo su madre en un pequeño susurro

-¿Si madre?- estaba consciente de que no estaba al corriente de la estúpida y aburridisima charla que llevaba su padre junto a su amigo y futuro socio, por un momento le pareció mas divertido jugar con la comida que tenia enfrente que oír a los mayores reír por bromas que no eran divertidas. 

-Realmente estas aburrido, lo se. Solo espera un poco mas y podrás irte de aquí cariño.

-Bien.- Su mirada levanto y se conecto junto a la de su madre, aquellos ojos miel que le daban fuerza para poder seguir ahí y no irse corriendo lejos. Inconscientemente una sonrisa apareció en el rostro de ambos y JungKook sintió que por un momento era solo un chico normal y no el futuro heredero de la empresa de su padre. 

Gracias a dios, su madre sabía que él no quería hacerse cargo de esa maldita empresa, lo sabía. Ella había sido la persona más dulce del planeta al escucharlo y secar sus lagrimas, mientras el desahogaba todas sus penas y temores guardados en su corazón. Era su confidente, era más que su madre, era como una amiga a la cual podías charlar y ella te daría los mejores consejos de como podía solucionarlo. También sabía que lo amaba sin importar nada. Pero no podía confiar en su padre, por mucho que lo amara, él era un jodido dolor de culo y no sabia como carajo hablar de la manera adecuada con el, porque al final de toda charla, sabía que terminaría diciendo "Bien padre, tienes razón, me he equivocado" o solo diría un sí con un suave movimiento de su cabeza. Quizás esa y muchas razones más eran las que no le permitían ser el chico libre que soñó alguna vez y  sobretodo poder confesarle el mayor secreto que guardaba desde sus 15 años, desde que fue a aquella fiesta de su instituto, desde que aquel chico de ojos marrones entrelazo su mano junto la de él, desde que dieron un paseo por la cancha de fútbol, y desde que ambos se besaron. Y por mas que amara a sus padres, ese era SU secreto, y hasta que no se revelara de su padre, nunca se lo diria. 

Podia jurar que esa noche le estaba pasando una mala jugada o solo era un jodido dolor de cabeza pero podia jurar que aquel beso se estaba repitiendo en su mente y no sabia porque o cual era el motivo. Sus piernas temblaron, sus manos sudaban frio y sus mejillas estaban completamente rojas seguidas de una sonrisa pura y tierna; aquel beso no solo habia sido un beso mas, habia sido su primer beso con un chico y a pesar de no saber cual era su nombre ni que no hablaron mucho aquella noche, por fin habia conseguido tocar sus labios, por fin habia conseguido que aquel chico que habia estado observando por mucho tiempo le diera algo mas que una simple mirada. Lo unico que sabia de el es que era mayor que el, no por muchos años pero lo era; tambien era conocido por se un malditamente caliente y deseado por parte de la poblacion femenina del instituto y por parte de algunos chicos. 


Una sacudida suave fue la que hizo despegar su mente de aquel jodido beso, para poder encontrarse con la mirada preocupada de su madre. No era menos esperarse con esa mirada y sus manos sobre las mejillas de él, estaba rojo y sudado, pero dio las gracias internamente al darse cuenta que no había casi nadie en la mesa, solo ellos dos y un par de chicos unas sillas de ellos.

-Cariño, ¿Estas bien? Estabas tan concentrado mirando a la nada y de repente te pusiste rojo.

-Si mama, creó que el poco vino que he tomado se ha subido a mis mejillas, nada más. - mintió mientras se daba aire con su propia mano. - ¿Dónde se ha ido todos?

-Oh el Señor Kim ha tenido la idea de salir al Jardín y tomar algo menos formal y a seguir charlando.

-Supongo que está bien. Necesito un baño, ahora vuelvo.

-Te esperare afuera Kookie. -

El chico solo sonrió a la dulzura de su madre y camino a donde la mucama le señalaba. Mierda que la mansión era completamente grande. Al entrar al lujoso baño, mojo su cara con toda el agua fría que podía para poder seguir la maldita velada malditamente tranquilo; y así fue porque al cabo de unos 10 minutos pudo controlarse y despegar su mente para poder seguir escuchando sus aburridos comentarios de sus lujosas empresas.


Quizás debería haber esperado a que una mucama pasara por ahí y que lo llevara al jardín, pero no fue así y se vio jodido cuando se di cuenta que había entrado y salido de habitaciones y salones que no había visto antes. Pero dio las gracias y hasta podría haberse arrodillado cuando por fin encontró el salón donde anteriormente se encontraba y quizás daría las gracias de nuevo cuando encontró a dos personas ahí

Un disculpe salió de sus labios hacia la persona que lo miraba como si se lo fuera a comer e interrumpiendo al otro chico que parecía festejar algo, pero no se inmuto a sus palabras, parecía perdido en el menor.

-Hyung le hablan. - Hablo suavemente el chico que anteriormente festejaba.

Otra vez la jodida noche le pasaba una mala jugada y maldijo en su mente. Aquel chico era muy caliente. Nunca había deseado tanto probar los labios de alguien y muchos menos morderlos. Tenía su saco negro en su mano, mientras unos botones de su camisa blanca estaban desabrochados y las mangas de están estaba hasta sus codos, un costoso reloj también colgaba de su muñeca. Su pelo negro hacia conjunto con sus ojos. Pudo sentir que estaba realmente caliente el ambiente y todo gracias a que sus labios habían sido mojados por su lengua, dejándolo más deseables. Pudo sentir que iba a morir cuando su voz salió y era tan profunda y ronca. Taehyung, su nombre iba realmente para él. Nunca en su puta vida corta había sido maleducado pero su mirada y atención estaba solo en un chico que no pudo deducir cuando el menor de los Kim salió del gran salón dejándolos solos. Tampoco pudo deducir cuando fue que ambos habían establecido una charla sacándolos de ese incomodo silencio, mucho menos cuando el mayor dejo de lado las formalidades y dejándolo sorprendido al menor por adivinar su edad.

Quería quedarse junto a él y poder hablar más, pero maldita desgracia. Una joven junto a Baekhyun había llegado y sabía que iba a tener que despedirse de ambos. Y así lo hizo. Una reverencia para ambos hermanos y que rápidamente fue correspondida hizo saber que era el fin de su charla y se dispuso a seguir a la Joven.

No sabe que fue lo más lo puso en ese momento, que Taehyung lo tomara de la muñeca, el susurro o que lo quería volver a ver nuevamente, pero algo de eso era. O mejor dicho era Taehyung que lo ponía.

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Ambos hermanos salieron en silencio de la mansión hasta llegar al BMW y subirse en él. Lo sabía, Baekhyun tenía que decir algo o bromearlo por su actitud que tuvo con el menor dentro de la mansión.

-Ya escúpelo mierda.- Dijo mientras conducía a una velocidad alta por las calles de Seúl.

- ¿Qué mierda fue eso de ahí dentro? Taehyung, ¿Acaso quieres follarte al precioso hijo de los Jeon? – Un tono burlesco era el que salía de la boca del menor y eso le jodia a Taehyung.

-Fue lo viste y déjate de preguntas estúpidas Baek. Agradece que estamos yendo a un maldito club y te estoy llevando con tu maldito chico para que te den por el culo.

- ¡Tae! Cierra la boca. - Dijo en un grito el menor y levemente sonrojado

-Sabes que es verdad, ahora cierra el culo y pon algo de música. Me ha dejado un dolor de culo esa jodida cena. -

El menor solo asintió con la cabeza y puso música, mientras Taehyung esperaba que el semáforo diera luz verde y prendía un cigarro. Baekhyun algo de razon tenia, algo en aquel chico le había gustado,le había llamado la atención. El hecho de cómo ambos se comían con la mirada o como el ambiente se ponía caliente era algo que no podía pasar. 

【 Bad Boy 】  // (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora