Capítulo 2

231 32 0
                                    

La bestia.

Los rumores se corrijan por todos los pueblos hasta que esa leyenda se extendió por todo el reino y duro por años y años, no había nadie que de las generaciones posteriores que no lo supieran. Los padres de los pueblos cercanos a aquel lugar les enseñaban desde muy temprano a sus hijos nunca ir al bosque y mucho menos lastimar alguna criatura cercana a este o la bestia se los llevaría para comérselos, las desapariciones eran el pan de cada día de aquel bosque más aún por aquellos que no respecta an las reglas, mientras que el resto como comerciantes o mensajeros que pasaban por el área y evitaban enfurecer al guardián que habitaba el lugar y lograban salir vivos de aquel bosque para poder seguir disfrutando sus vidas.

Sin embargo ese cuento quedo olvidado, cuando la noticia que el Rey de esas tierras había sido asesinado y no por un lacayo enfurecido o algún espía de los reinos vecinos, no, por el contrario, se creía y se sospechaba que fue uno de sus hijos en específico el mayor de estos, Jason Todd, un chico que antes que el rey se casase con su ahora viuda esposa Talia Al'Ghul. Ese muchacho de 21 años que fue acogido de las calles como un simple niño pobre que robaba para sobrevivir un día a la vez, ahora escapaba de los guardias reales por su propia vida corría peligro cuando el único hijo de sangre de Bruce, Damian, había ordenado su captura y ejecución por la muerte de su padre.

El muchacho había logrado evadir la justicia por un largo tiempo, pero eso le había costado no sólo su sueño por las huidas imprevistas sino también su alimentación porque no podía robar tan fácilmente ni levantar sospechas entre la gente de los pueblos a los que iba. El muchacho ya tenía un plan, y ese era huir a un reino vecino donde vivía un amigo suyo que consideraba como su hermano porque prácticamente desde que fue adoptado por Bruce, siempre se juntaba con aquel chico porque sus padres ambiente forjado una alianza; sin embargo sus intentos de huida en bajo perfil habían fallado justamente a la salida del pueblo en el que se encontraba, y ahora tenía exactamente -o lo que él creía que era el número de guardia- de 5 guardias armados. Su única salida fue meterse aquel bosque después de haber sido herido por un par de flechas por algunos guardia con arcos que se habían subido a los techos de las casas para rastrearlo con más facilidad y así lastimarlo y quizás darle muerte allí mismo.

-¡Búsquelo y mátenlo cuando lo encuentren!-gritó el sargento del pelotón de hombres que estaban bajo su cargo, mientras buscaban las pistas del ex príncipe real.

Muy a lo lejos de esos hombres, Jason seguía corriendo pero la fatiga, él hambre y la pérdida de sangre por las flechas que cargaba en su espalda, hombro derecho y detrás de una pierna, lo estaba doblegando hasta que sin poder resistirlo más cayó al piso desmayado; pudo escuchar a lo lejos las voces de los guardias que los buscaban y querían su cabeza algo decía y pedía a gritos que se levantara y siguiera corriendo o que se escondiera, peor su cuerpo no respondía, se había rendido.

-¡Lo encontramos! -Grito uno de los peones del grupo de guardias. El resto de compañeros se fueron de forma directa a donde estaba el que dio la alarma, y encontraron efectivamente el cuero del muchacho que aún respiraba con dificultad demostrando quiénes seguía vivo a pesar de todas sus heridas.

El sargento dio un paso al frente sacando su espada de su funda sonriendo de forma macabra, pensando que cuando mandara la cabeza del asesino de su rey a su sucesor de sangre sería recompensado no sólo monetariamente sino que también lo ascenderían de cargo y quizás tendría espacio en la guardia real privada del rey. Los pasos del sargento se escucharon bajo el crujir de las hojas y las ramas, Jason no estaba al tanto d ello que sucedía ni menos que ya había sido hallado, solo unos pocos metros de distancia quedaba la presa y el depredador en esos momentos pero, los gruñidos de un enorme animal no se hicieron esperar ni mucho menos el temblar del piso cuando algo de gran tamaño aterrizó en el suelo, los soldados miraron con terror y asombro la imponente bestia que tenía frente de sus ojos que sin mediar palabra los empezó atacar a diestra y siniestra, algunos lograron escapar tanto ilesos como heridos levemente.



-Hmmmm... -Murmuró Jason, mientras comenzaba a reformar conciencia de poco a poco. Podía sentir algo caliente y suave debajo de él como si fuera piel de algún animal o algo parecido y extrañamente tenía un delicioso olor a flores impregnado.

De forma lenta fue abriendo los ojos, notando que estaba acostado boca abajo en lo que ahora podía notar que era el pelaje de algún oso. Siguió removiéndose, pero un pinchazo de dolor de su espalda recorrió por todo su cuerpo y lo imposibilitó de moverse de nueva cuenta, alli recordó que había sido herido por un par de flechas lo que lo obligó a levantarse y sentarse para poderse revisar sus heridas termino descubriendo que estaban vendadas de forma improvisada por unos pedazos de tela rasgados como también no encontraba la parte superior de su camisa pero si el resto de su ropa la llevaba encima -su pantalón estaba arremangado del lado de su pierna lastimada que estaba vendada con el mismo tipo de vendas- , los ojos verdes azulados revisaron todo a su alrededor y encontró con que estaba dentro de un cueva se iba a levantar y salir del lugar y seguir con su huida, pero un mareo lo detuvo como también el escuchar el ruido de pisadas acercarse a donde estaba.

-Esto debe ser una jodida broma... -Murmuró incrédulo Jason, mientras miraba con cierto miedo y un leve tic en la ceja derecha al ver a la enorme bestia que se asomaba y estaba dispuesta a entrar en él cueva.

Era un enorme dragón de bellas escamas tanto negras como rojas pero, lo que resaltaba de ese preciso dragón era algo parecido a un collar de escamas amarillo en su cuello donde en medio de este reposaba una hermosa joya azul redonda y muy bien cuidada con el color del cielo mismo, Jason miró la joya con total atención porque era la primera vez que miraba una en su especie y casi de manera silenciosa le decía que la tomará; pero olvido aquello al escuchar el gruñido del dragón que ya estaba dentro de la cueva y el cual sin demora soltó la carne de ciervo recién casada y cocina al piso de la cueva y con su hocico la empujó a donde Jason, diciéndole solo con gesto a que se pusiera a comer.



Jason había pasado un buen tiempo en aquella cueva junto a ese reptil de sangre caliente, extrañamente por más que intentará hallarle razón siempre terminaba con más dudas que respuestas, y eso era como rayos le cambiaban las vendas cada cierto tiempo y como era posible que esa enorme bestia podía traerle agua en cuencos que ni siquiera el mismo dragón podría llevar, además noto como si esta misma no quería que se fuera aún herido y desnutrido de su cueva y se lo dejaba en claro fácilmente porque siempre cazaba en las horas que el dormía tan silencioso que no se daba cuenta y regresaba hacia lo mismo. Además, aquella joya en el pecho de la bestia lo estaba poniendo cada vez más en curiosidad y ganas de quererla robar, aún si significaba asesinar al dragón por ella.

~..............Continuará............~

El guardián del bosque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora