Un Guerrero de otra dimensión (Star wars the clone wars fanfic)

Un despertar incómodo

Andrés, de recién cumplidos los 25 años caminaba a su habitación después de un largo y agotador día de maratones de sus series y películas favoritas, sabía que si dedicará más tiempo a sus estudios y menos tiempo a sus vicios tal vez su carrera de profesor de historia no se abría alargado 2 años más o que si intentara pasar más tiempo con personas y no con pantallas tal vez podría haber tenido una o dos novias durante su época escolar, después de todo era un muchacho atractivo o al menos eso decía su abuela, pero lo cierto era que las pobres promesas de bienestar, progreso y aceptación social que le ofrecía el mundo no las veía más que como una burda mentira, al menos con sus series y películas era consciente de que eran una ficción aún si intentara imaginar lo contrario. Una vez dentro de su habitación se dió un momento para contemplar su colección de figuras, varias eran las que tenía de distintas obras y colecciones pero sus mas preciados tesoros eran sus figuras de Star Wars saga de películas, cómics, libros y juegos que lo había impulsado a levantarse de su cómoda habitación para practicar algún ejercicio y es que en su deseo de acercarse al menos un poco a sus preciados personajes convenció a su madre hace algunos años de que le dejara practicar Kendo, la disciplina japonesa de espada que tanto se parecía a los movimientos Jedi de las películas, aunque eso despertó en él una fascinación por la historia y el entrenamiento en distintas disciplinas de espadas que le dieron como resultado algunas medallas muy importante y el deseo de estudiar historia, aunque según sus amigos lo que realmente buscaba era transformarse en el nuevo Hitler. Terminó de ver su colección, sus espadas, algunas eran réplicas, otras forjadas por verdaderos herreros, vio con agrado sus medallas y se dispuso a dormir y soñar, soñar con sus fantasías, soñar con mundos lejanos o tiempos pasados o las mezclas de ambos pues sus sueños usualmente eran ambientados hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana.

Andrés se sentía incómodo, su cama estaba algo dura y un constante sonido muy familiar sonaba en distintas direcciones, no lograba recordar dónde lo había escuchado casi sonaba como el disparo de los blaster, la súbita idea de que algo así fuera real lo despertó y vio con una mezcla de asombro y horror como parecía estar tumbado al lado de unos escombros mientras distintos clones y droides se batían en combate en una destruída ciudad, una explosión, al parecer de granada, lo saco de su asombro y lo hizo reaccionar levantándose torpemente y tirándose al suelo cerca de un muro para cubrirse mientras intentaba convencerse de que todo era un sueño y de que de un momento a otro despertaría en su habitación y esperaba que fuera luego ya que había recordado un trabajo urgente que tenía que realizar para la universidad. Estaba agachado intentando despertar cuando un clon cayó acribillado por los blaster enemigos, lo vio caer a sus pies, su casco impedía ver su rostro pero aún se podía ver el esfuerzo del clon al intentar respirar el cual giró lentamente su cabeza en dirección a Andrés y levemente susurro algo parecido a "huye", Andrés no sabía que le impactaba más, si la agonizante muerte del clon o el hecho de que lo entendiera, "huye", pero hacía donde? No tenía la menor idea de lo que estaba pasando, todo era caótico lleno de explosiones y gritos agonizantes, siempre pensó que una lucha con blasters sería menos violenta que disparar balas metálicas como las armas terrestres pero claramente se equivocaba, claro, nadie se estaba desangrando, pero los gritos de dolor e incluso los soldados mutilados por las explosiones le hacían replantearse lo que entendía por violento, tomó el arma del clon muerto frente a él y trató de asomarse para ver si había enemigos cerca, tan solo al asomarse vio como al menos una docena de droides le apuntaban y disparaban, casi por suerte logró cubrirse nuevamente, busco en el cadáver del clon alguna granada que pudiera usar y recordando las clases de tiro que su padre la había pagado enfrentó a los droides desde ese muro de escombros que le proporcionaba cierta cobertura, arrojo la granada sin mucho éxito pero fue lo suficiente como para confundir a los droides y poder tumbar a 3 de ellos sin muchos problemas, por suerte para él resultó que el rifle blaster se usaba igual que un arma terricola, pero 3 droides menos frente a los cientos que podían haber en la ciudad no significaba estar a salvo, volvió a disparar pero esta vez solo logro tumbar a 2 antes de que le dispararán de todas las direcciones, se echó al suelo gritando mientras le llovían disparos, quiso ponerse a gritar y llorar, recordó a toda su familia incluso a los que le caían mal, que eran casi todos, pero también recordó lo mal que lo pasaba en su vida, si, tenía amigos, buenos amigos que echaría de menos, pero una persona no puede intentar vivir solo por los demas