30- No es el final.

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  La vida podía llegar a ser dura, lose,
pero la vida de mi hermana estaba en peligro y hasta el momento no habíamos encontrado ningún donante, las esperanzas eran escasas pero era lo último que perdería en este instante.  Me sentí como aquel chico que miraba a su padre con dolor, angustia y rabia por no poder hacer nada a cambio, me sentía impotente de no poder ayudar a mi hermana  a mi pequeña que prometí cuidar, a aquella niña que no me podía mirar sin una sonrisa que iluminaran sus ojos como perlas en la oscuridad esa que siempre con su dulzura se ganaba el corazón de cada uno de nosotros, la necesitaba a ella pero fuera de peligro.

Me la imaginé en esos momentos cuando jugábamos de pequeños corriendo y sonriente, verla feliz... Añoraba volver a verla reír, esas sonrisas que nunca cesaban y que de verlas te hacían sonreír aún en los momentos más deprimentes.

Salí fuera donde no hubieran personas y me di cuenta de que ya había oscurecido. La luna se asomaba brillante y las estrellas iluminaban gran parte de su alrededor. Mire al cielo y se me escapó una lágrima , mi garganta dolía .

- Se queda me estás escuchando Saimón - me arrodillé aún con la mirada en en cielo - No puedes permitir que ella se valla de mi lado , no ella, ya te perdí a ti a ella no por favor - bajé la cabeza, mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

Dios esto dolía.

- Tienes que ser fuerte por ella. - Sam me envolvió entre sus brazos arrodillándose a mi lado y me seco las lágrimas para que la mirará a los ojos- mírame Sean, por favor - suplico.

La mire a los ojos y tragué fuerte .

- Kat es una chica fuerte , pero tú tienes que estar bien para que puedas apoyarla, ella te necesita - me volvió a secar las lágrimas y beso mi frente.

Me puse de pie y la abrace hundiendo mi cabeza en su cuello.

- Mi hermana , mi pequeña- fue lo único que pude decir antes de que el nudo se hiciera más grande en mi garganta .

- Va a estar bien - susurró.

Kat era lo más importante en mi vida y no podía permitirme perderla. Y de pronto te das cuenta de que la vida siempre llega a jugartela, pero tú tienes que saber cómo ganarle está , si es caer rendido o simplemente luchar y poder vencerla por su propia cuenta,  pero lo que si sabía era que no me le quedaría de brazos cruzados viendo como mi hermana se moría.

***
Katllyn

Abrí un ojo para poder adaptarme a la luz  e intentar hablar pero no podía, una mascarilla me lo impedía . Me sentía débil demasiado para ser exactos, apenas podía mover un dedo de mi mano, respirar me costaba .

Ciertamente no estaba en mi casa. Una enfermera entró cuando trate de mover mi cabeza y me regaló una sonrisa de medio lado. Era bastante blanco de ojos claros y tenía el cabello corto rubio.

- Estarás bien, no te preocupes - mintió yo misma lo sabía , yo no estaba para nada bien.

Una lágrima se resbaló por mi mejilla y está se acercó a mí y la limpió con la palma de su mano mirándome enternecida. No la conocía pero se le veía que era buena persona.

- Mira sé que no me conoces ni nada por el estilo, pero tú vas a poder salir de esta ilesa lose lo veo en tus ojitos, solo tienes que tener fe y confiar en que el único Dios que está en cielo te ayudará , él te dará todo ese valor que tú necesitas para que puedas seguir adelante. Pídele con fe y verás como él te escuchara e intercedera por ti. - Beso mi frente con dulzura y se fue.

Me quedé mirando la puerta por donde se había ido la enfermera, aún estaba desconcertada por lo que me había dicho y mucho menos si no me conocía ¿Cómo podía una persona ser así sin conocer? , Era bastante raro aquello .

- ¿Kat?- la voz de madre interrumpió mis pensamientos. Tenía el rostro con ojeras y se le veía bastante cansada.

Se acercó a mí y comenzó a besarme por todo el rostro.

- Mamá - intente decirle pero sonó casi inaudible.

- Shhh pequeña, estoy aquí - tomo mi mano acariciándola y las lágrimas volvieron a mis ojos- vamos a salir de esta.

Me dolía todo el cuerpo y era casi imposible para mi poder moverme.

-¿Puedo pasar? - pregunto una voz muy conocida para mí desde la puerta. Demasiada conocida diría yo.

- Pasa los dejaré un momento a solas- dijo mi madre cuando Dylan asomo su cabeza.

Me dió un corto beso en la mejilla y salió.- te quiero.

Se acercó a mí en silencio y se sentó a mi lado acariciando mi cabeza , quería tocarlo y decirle que todo iba a estar pero no podía la debilidad no me lo permitía apenas tenía los ojos entre abiertos cansados .

- Te amo - susurró con la voz quebrada su rostro no era el mismo y sus ojos estaban hinchados.

Te amo Dylan, de todas las maneras posibles.

- Prométeme que vas a hacer todo lo posible por salir de esta, que pronto volveremos a salir tomados de la mano mirando tu sonrisa en ese hermoso rostro. Te necesito conmigo Katllyn O'connor , te necesito a mi lado, lucha por tu vida, por nosotros que tanto te queremos se fuerte.

- Te - hice el intento y Dylan abrió los ojos con sorpresa al escucharme susurrar- amo - tragué fuerte.

- Yo también te amo mucho más de lo crees - beso mi mano.

Tenía tanto que decirle y sin nada a la vez.

  Mi corazón se rompía aún más de lo que ya estaba de tan solo verlo de esa manera tan decaído y desvastado.

- Hola - entró mi hermano que no estaba para nada bien.

Intente sonreírle para darle ánimos pero hice una mueca de dolor al sentir una punzada en mi estómago.

- No te esfuerces- pidió mi hermano.

Mis ojos se cerraban poco a poco de lo pesados que estaban y respirar me estaba costando demasiado, temía que en algún momento ya no pudiera más.

- Kat? - escuchaba a mi hermano mencionar mi nombre a lo lejos - Kat, por favor se fuerte te necesito hermana te quiero .

- Dylan llama a un doctor - decía Sean con la voz desesperada y ronca.

Mis ojos terminaron de cerrarse y sentí como mi cuerpo se sentía sin fuerzas, hasta el momento en que ya no podía reaccionar.

Y llega el momento que menos esperabas, donde tienes que luchar para salir de esta ilesa, donde solo los recuerdos son tu única fuente de fuerza para poder encontrar motivos por el cual debemos luchar. Encontrar el valor desde lo más profundo posible para no resignarte y saber que tienes personas esperando a por ti, y que podrás contar con ellos. Esta se lucha y se vence o resignas y pierdes, esa decisión está en nuestra manos.

  Pero yo sabía que solo había alguien en específico que podía ayudarme. Y tenía toda mi fe depositada  en él.
                          Dios.

- Tienen que salir, hay que prepararla    su corazón disminuye el ritmo cardíaco cada vez menos y si continúa en ese estado no resistirá.

   Este no es mi final. Puedo lograrlo.

Lágrimas De Amor [Editando] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora